Sempiterno [Isaac Lahey]

3.22. Métodos

⊷⊶⊷⊷⊶⊷ 《🐺》 ⊷⊶⊷⊷⊶⊷️

Una vez llegamos al Loft de Derek, Stiles estaba a la espera de nosotros en medio de la entrada, Noah fue el primero en entrar, siendo saludado por su hijo, una vez más, el nogitsune intentando engañarnos, el oficial dejó caer sus esposas logrando llamar la atención del poseído.

—¿Quieres esposarme?

—Si mi hijo aún está aquí —habló adentrándose lentamente al Loft—, si aún hay una parde de él frente a mí —continuó hablando, acercándose ahora a su hijo—, se pondrá las esposas voluntariamente y vendrá conmigo, porque sabe que estoy para protegerlo de sí mismo y de otros.

El falso Stiles se mostró débil y roto frente al corto discurso del sheriff, incluso extendiendo sus manos para que le pusiera las esposas, quizás una pequeña parte de mí celebró al ver que se dejó poner las esposas sin hacerle algo a su padre, aunque gran parte de mí insistía en que era un engañó más.

—Tú no eres mi hijo —exclamó Noah tan pronto Stiles levantó la mirada de las esposas

El falso Stiles logró romper las esposas con un simple movimiento, con eso, fue el pase de entrada para los que seguíamos detrás de la puerta, los cuatro caminamos hasta quedar junto a Noah, sin quitarle la mirada de encima al chico. Allison alzó su taser apuntándole a Stiles sin algún temor, mi supuesto mejor amigo notó la acción de mi amiga, tomando la electricidad que acababa de dispararle para manipularla a su gusto y así arrojar el arma de la chica lejos de ella.

El siguiente en intentar algo fue Derek, quién enseñó sus dientes acercándose al muchacho dispuesto a atacarlo, de nuevo, Stiles notó ese obvio movimiento tomando al lobo por la camiseta golpeándolo contra una mesa para luego arrojarlo contra una mesa.

El tercer intento, o mejor dicho cuarto, fue Argent, quién sin miedo alguno a Stiles, o al sheriff, Derek o de mí, levantó su arma apuntando a Stiles. Era el único que sabía Stiles ya no estaba ahí, que no tenía esa pequeña debilidad por el pecoso que nosotros teníamos, detenerlo sería malo, al igual que dejarlo disparar.

—Argent, escúchame. No lo hagas —podía ver como el falso Stiles disfrutaba de la debilidad que teníamos sobre él

—¿Por qué no?, no es la primera vez —comentó sin quitarle la mirada al chico—. Hombres lobo, salvajes, no me costaría nada agregar un nogitsune a la lista.

Esta vez, Noah sacó su arma apuntando a Chris, Stiles hizo una expresión de sorpresa, acompañada de la mía, eso había sido un movimiento realmente inesperado, ahora sí, Argent cambió su mirada hacía el padre del chico.

—No le dispararás a mi hijo.

—Usted ya lo dijo, sheriff —el falso Stiles ladeó la cabeza observando el arma que le apuntaban—. Ese no es su hijo.