2.11. Muerte en el campo

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⊷⊶⊷⊷⊶⊷ 《🐺》 ⊷⊶⊷⊷⊶⊷

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⊷⊶⊷⊷⊶⊷ 《🐺》 ⊷⊶⊷⊷⊶⊷

Intentar explicarle a mamá todo, fue difícil, principalmente porque no se pudimos hacerlo. El ser ignorados por ella, nos afectaba a Scott y a mí, pero sabía que en algún momento lo aceptaría, y hablaríamos de ello, ¿verdad?

Desde esa noche no había querido salir de casa, bueno, específicamente mi habitación. Sabía que le iba a costar a ella aceptarlo, y es que, incluso a Scott y a mí nos costó.

Matt había muerto, quería pretender que no vi como su cuerpo flotaba en el agua, quería pretender que gran parte de esa noche no había ocurrido, pero era imposible. Lo único bueno de esa noche, era el que Noah había recuperado su trabajo, algo bueno para la familia Stilinski.

Por ahí escuché que el loco tenía su computadora llena de fotos de Allison, incluso PhotoShop para estar con ella, al escuchar eso, simplemente pensé en el momento en el que estaba a punto de arrebatarle la vida de no ser por sentir la presencia de Peter Hale, y sin duda, eso solo me hacía tener en claro que estaba loca porque había visto a ese hombre morir en el baile.

Entre Scott, Stiles y yo no hablábamos. Cosa verdaderamente poco usual entre nosotros, pero dadas las tensiones que cada uno tenía con su familia parecía ser lo mejor para nosotros.

—No puedes no ir a la escuela —insistió Scott desde la puerta de mi habitación

—Si puedo, y es lo que voy a hacer —me volví a cubrir con mis mantas—. Igual no me siento bien.

—No puedes enfermar.

—Solo vete, por favor. No pienso salir de mi cama.

No discutió más, bajó de la casa intentando hablar con mamá, cosa que claramente no funcionó. Me di la vuelta intentando dormir, pero sinceramente parecía no necesitarlo, días de insomnio, y ni siquiera se notaba lo poco que había dormido, jugaba con una llama de una vela pasándola por los aires controlando el elemento a mi merced, era mejor que ser invadida por mis pensamientos.

Tres toques en mi ventana me trajeron de vuelta a la realidad, dejé aquella bola de fuego en la vela acercándome a abrirle a Isaac, sin pensarlo, lo abracé tan pronto entró a mi habitación.

—No sabes lo mucho que te necesitaba —respondí ocultando mi cara en su pecho 

—¿Por qué tu espejo está roto?

Me separé de él para detallar el espejo, y parte de mi habitación.

La ropa de esa noche, incluyendo la chaqueta que claramente no era mía, estaban por ahí arrojados. Los tacones y zapatos que había usado, estaban colgando de una lampara de mi habitación, y el otro estaba con los vidrios rotos del espejo. Mis collares y accesorios estaban esparcidos entre el tocador y el suelo, incluso, podía jurar que había una bolsita de sangre ya vacía sobre una falda que Lydia me había prestado.

Sempiterno [Isaac Lahey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora