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De verdad que soy estúpido.

–¿Qué? – Los ojos de Eli casi se salieron de su cuenca. Mi garganta se secó por completo, el aire saliendo de mis pulmones de manera sobrenatural. Creo que hoy me muero.

¿Qué harían ustedes si van con amor y cariño a visitar a su pareja y esta les dice que le gusta alguien más con el menor filtro posible? Se enojan ¿No? Bueno, agréguenle ahora que sea en su aniversario y que esa persona no lo recordaba por haber estado más pendientes de pajaritos preñados que de ustedes.

Volviendo a la realidad...

–¿De qué hablas, Han? – No sabía que decir, me quedé congelado en mi sitio. Eli se acercó a mi peligrosamente – ¡Han! Dime que solo estás jugando...

Coraje, te necesito.

–Me gusta alguien más, Eli, perdón – Solté sin poder verla a los ojos, no quería hacerlo. Pero no pude evitar escuchar aquel sollozo, su sollozo.

Quería decirle que no llorara, que saliera de ahí y se buscara un chico que la quisiera de verdad, pero mi voz no salía. No había planeado esto, bueno, no tenía planeado decirle hasta que estuviera un 200,2% seguro de mis sentimientos.

Me sentía mal, extraño, ni siquiera sabía bien que sentía en esos momentos. Pasé de estar confundido a triste e incluso a sentir enojo después.

–¿Quién es? – Dijo con un hilo de voz, no debía responderle, no debía hacerlo si eso la destrozaba más. Pero creo que ya lo sabía. – Es SeHun...

No pude evitar mirarla incrédulo.

–Yo...

–No digas nada, Han – Ella me sonrió, pero no había felicidad reflejada en su sonrisa, solo tristeza. Me dolió verla así – Debí haberlo sabido desde hace mucho pero no quería aceptarlo, incluso yo... quise alejarlos.

La confusión me llenó.

–¿A qué te refieres? ¿Cómo...

–Cuando vine a verte después de la fiesta... – Algo dentro de mi hizo clic, el teléfono ese día no dejaba de sonar y en cuanto lo tomé no había nada. El día anterior había sido la última vez que había hablado con SeHun. – SeHun te estaba escribiendo, no, se estaba confesando y yo...

–Borraste todo. – Fue una afirmación no una pregunta, saber que SeHun en algún momento se sintió como yo me hizo llenarme de ira, más porque él de seguro pensaba que a mí me importaba una mierda como se sentía.

–Uhmm... – Solo asintió, antes me sentía mal por ella, pero ahora estaba demasiado enojado – ¡No me mires así, Han! Yo... me asusté ¿Si? Pasabas más tiempo al teléfono que conmigo, y cuando lo estabas no dejabas de hablar de él... ¡Tenia tanto miedo que de verdad le correspondieras que no medí mis acciones! Por favor entiéndeme ¡Han!

No sé si fue el enojo o una simple reacción, pero terminé golpeando con todas mis fuerzas la cómoda de mi habitación.

–¡¿Qué te entienda?! – El enojo me comía vivo, buscando la manera de salir hasta por mis poros cuando lograra nublar mi corazón. – ¿Acaso te estas escuchando?... SeHun... SeHun se debió sentir horrible, ahora yo me siento horrible ¡¿Sabes lo que hiciste?! ¡No, no sabes ni una mierda de lo que hiciste!... lo peor es que me viste todos los días esperando así sea una puta llamada de él y jamás hiciste nada... – Sequé una lagrima traicionera que se paseaba por mi mejilla, no era tristeza por lo que lloraba, era enojo puro y decepción, me sentía traicionado por la persona que creí que podía confiarle todo, en ese momento me di cuenta que no. – ¿Por qué Eli?

–Yo, yo... – La vi llorar, secar sus lágrimas y boquear una y otra vez buscando que decir – Perdóname Han.

La tomé por el brazo antes de que saliera. – Espero que nunca vivas esto, pero Eli, no te perdono.

Solo salió y ya, dejándome ahí con mis demonios comiéndome vivo, no quería gritarle ni nada por el estilo solo quería desahogarme. Quería golpear algo por la frustración, pero me había malogrado la mano con la cómoda ya y no podía hacerlo. Tenía tanta frustración dentro y lo único que hice fue tirarme en mi cama boca abajo como un peso muerto, sin nada de gritos o golpes descontrolados dejé salir todo lo que llevaba dentro de la única manera que sé: Llorando.

Lloré todo dolor, lo dejé salir y solo para torturarme a mí mismo me llenaba de recuerdos o momentos donde todo fue mal, solo para destrozarme más. Ni siquiera sabía que sentía por Eli siquiera, después de llorar y sentir mi nariz aguada, lo pensé y me di cuenta que gran parte de la culpa no es de ella, si no mía por no hablar con ella cuando de verdad debí hacerlo. Desde el principio debí decirle que no a muchas cosas, pero me callé, todo en mi estómago se revolvía, me sentía tan mal. Si hubiera dicho que no desde antes nada de esto hubiera pasado, Eli seguiría siendo mi amiga y no me sentiría tan mal con respecto a ella, pero... ¿Qué gano con pensar en los hubiera? Ya lo que pasó pasó y a menos de que consiga una máquina del tiempo no puedo hacer nada.

Tirado en mi cama como un títere sentí la puerta abrirse y sabía lo que venía después. Tal vez había escuchado todo y ya no tenía por qué preocuparme si decirle o no, pero no quería ver su cara llena de asco o repudio.

Deja de ser un cobarde, LuHan.

–Soy gay – Dije sin más, mi cara aun contra las colchas. ¿Qué ganaba tratando de ocultárselo cando ella lo había escuchado todo?

Sin decir nada mi madre se sentó en la cama y acarició mi cabeza. Solo pude llorar mientras ella me calmaba, se acostó y me tiré a abrazarla, mi cabeza enterrada en su pecho y gruesas lagrimas corriendo por mi rostro. De seguro me veía patético, pero no me importaba.

Me sentía tan pequeño y débil como cuando era pequeño y los demás niños se burlaban de mí y corría a llorarle a mi mamá. Era tan débil, pero me sentía tan seguro entre sus brazos.

–Cuando me casé, tú dijiste que siempre estarías ahí ¿No? – Asentí sin saber a qué llevaba esto – Y yo te prometí que siempre serias mi caballerito de armadura brillante... Lu, no me importa quién te guste o qué, siempre serás mi bebito y como tu mamá tengo que apoyarte en todo, eso mientras no sea nada malo ¿Me entiendes?

Tome valor de los más recóndito de mi ser y levante mi rostro, mi mama también lloraba mientras me sonreía ¿Lo sabría desde antes? Si es así ¿Cuánto había esperado a que yo se lo dijera?

–¿No...no estas molesta?

–No, me daría más miedo que estuvieras en drogas.

¿Nunca les he dicho lo mucho que quiero a mi mamá? ¿No? Bueno, ella es la luz de mis ojos.

–x–

No quiero alarmarles, pero ¡¡¡LLEGAMOS A LOS 1K!!!

Es la primera vez que una de mis historias caca llega a ese número mientras sigue en emisión (solo dos además de esta han llegado a ese número, no es como que fueran muchas) Estoy tan feliz, siento que me desmayo...

Ya, dejo la payasada y voy a lo importante:

Creo que muchos habrán pensado que me morí o algo, pero no. Además del colegio me había quedado estancada tratando de marcar bien varios puntos de esta historia, decidiendo por fin como terminara o como los juntaría o no. Como dije al principio de esto, esta historia llevaba mucho rodando en mi computadora, tenía muchos caps bien cortos y otros no tanto, pero ahora se me acabaron y debo planearlos yo solita, no es difícil, el problema es el tiempo.

Me prometí que terminaría esta historia antes de agosto y así lo haré. Y a ustedes muchas gracias por el apoyo que le han dado, jamás me había pasado esto y me siento muy feliz, ay no, se les ama.

Besitos en el sobaco.😗

El susurro de un destino escrito | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora