05

57 8 0
                                    

Las vacaciones de verano estaban a la vuelta de la esquina y mi padre me había regalado un viaje a donde yo quisiera porque él no podía salir de su trabajo por asuntos que desconocía. Él y yo no teníamos mucho contacto, pero él siempre que tenía la oportunidad venía a verme. Esta vez no se pudo así que me dio un regalo, el mejor regalo de mi vida si me permiten decir.

Al principio mi madre se había negado rotundamente a eso, pero después aceptó cuando le dije que sería a cualquier lugar conocido, después de todo teníamos mucha familia y amigos en países cercanos.

Ahora yo estaba en mi cuarto haciendo mis cajones y acomodando la ropa que me llevaría en mi maleta.

¿Ya decidiste a dónde quieres ir Han? – No la había escuchado entrar por lo que me asusté, sobresaltándome tanto que hasta ella lo notó, aunque no fue difícil porque lancé al suelo el cajón del susto. – Perdón...

No importa, mamá – Respondí ya más tranquilo, volviendo a acomodar el cajón que antes había armado – Ahora que lo mencionas, ya sé a dónde quiero ir.

La duda y miedo llenaba mi voz, tenía miedo de como ella pudiera reaccionar, sabía que no le gustaba mucho que yo tratara de persuadirla para ir a la casa de mi tía en Corea, me lo había dejado claro cuando era un poco más pequeño, pero de verdad quería ir y tenía la oportunidad.

¿Si? – Media sonrisa adornaba su rostro – Yo creía que te tomarías un poco más de tiempo, mi amor ¿A dónde quieres ir? Digo... para poder sacarte la visa con tiempo antes de que terminen las clases.

Dude, de verdad que dude en decirle eso, no quería ver la reacción de mi mamá, tenía miedo de ver cómo me regañaría por traer de nuevo esa rara obsesión de infancia.

–Mami... quiero ir a la casa de la tía Wendy.

Lo dije casi para mí mismo, haciéndome pequeñito en espera de sus regaños, pero nada pasó. Esperaba todo menos las palabras que dijo mi mamá.

¡Qué bueno! Iré a decirle por teléfono para ver si puedes.

Creo que mi quijada quedó arrastrándose por el piso después de eso.




El susurro de un destino escrito | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora