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Una hora, eso fue todo lo que me molestó estar en aquel lugar. Las luces de neón del salón y el ruido dejaron de ser importante para mi después de la segunda hora, y el licor dejó de saber amargo para la tercera.

Hablar con Eli era muy bueno. Al principio estaba recio al contacto humano, pero después de un rato y algunos tragos de colores dejé de estar tan enojado y antipático. Lo que hace el licor en las personas ¿No?

–Te quiero presentar a unos amigos – Dijo, casi en gritos, a mi oído. Yo solo asentí manso como corderito en matadero antes de que me arrastrara por ahí.

No me sentía muy bien aceptando, pero después de todo se lo debía por tratarla como un imbécil todo este mes. Caminamos entre la multitud hacia un grupo un poco grande de personas que hablaban entre ellos. Podía contar más de trece personas ahí, solo existiendo o en sus mundos. Al final nos acercamos solo a tres de ellos.

–¡CHICOS! – Eli hizo que todos voltearan a vernos, yo me escondí un poco apenado por eso. Se sentía como si sus miradas me perforaran – Él es Han y viene conmigo.

–¡Holaaa! – Una chica morena se colgó de mi – Los amigos de Eli son los nuestros, así que bienvenido...

Esta hipó y me abrazó. Era una chica muy linda y bajita, casi me llegaba al hombro y tenía una linda sonrisa de un diente chueco. Después de que ella me dejó y se lanzó sobre Eli otro chico me habló.

–Un gusto Han – Dijo con una sonrisa casi arrogante pero linda – Me llamo Eric, quien te abrazo es Alex y él es Kevin.

Pasé mi vista por ellos dos. Ambos chicos eran bien parecidos y el ultimo podía jurar que era asiático. Lastimosamente la luz no me ayudaba.

Tal vez no sea tan malo haber venido. Quizás hasta me divierta.





El susurro de un destino escrito | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora