38

28 4 0
                                    

Golpéenme cuando vuelva a decir cosas estúpidas ¿Si? Tienen todo mi permiso.

Solo tengo estas palabras para describir lo que me pasó: Me volví mierda, me borré, me perdí en la estratosfera y casi me violaron ¡Dos putas veces! Mientras que Eli se fue a vomitar por ahí.

Recuerden nunca tomar tragos de colores en su primera fiesta y si lo hacen hasta el más chiquitito tómenselo de sorbitos porque les va a pasar como a mí. Tomen nota si no quieren acabar como yo. Por favor.

Después de presentarme a sus amigos Eli quiso ir a bailar a la pista. Yo tengo dos pies izquierdos, pero también andaba con unos... ¿Tres tragos? No sé, pero ya estaba entusiasta y todo, lo cual ya era medio preocupante. Salimos a bailar y estuvimos mucho tiempo bebiendo y jugando como dos niños ahí hasta que Eli me dejó botado. Literalmente.

–Ya vengo – Eso dijo, pero no volvió la mitómana esa.

En mi inocencia la esperé pacientemente mientras seguía haciendo el intento de bailar, o también podemos considerar que hacia el ridículo, ambas son opciones muy buenas. No estaba al pendiente de nada y eso fue mi condena.

No fue mucho después de que Eli se fuera cuando sentí como alguien se me pegó a la espalda. En ese momento solo pude recordar a la garrapata viviente que era SeHun cuando dormía y una sonrisa surcó mi rostro, no estaba para nada lucido. Me arrepiento de todo.

–Hola, Hunnie – Dije cariñosamente en medio de mi borrachera mientras me movía al compás de la otra persona.

Lo sentí pegarse aún más a mi espalda y su aliento chocó contra mi cuello. Casi pude sentir una ligera sonrisa en sus labios como si esta quemara en mi nuca.

–Yo no soy Hunnie – Canturreó, y ¡Dios! Juro que el alma se me salió del cuerpo al escucharlo.

Me volteé asustado mareándome en el acto. Un hombre claramente mayor que yo me miraba con una sonrisa casi jocosa en su rostro que me causaba demasiado terror. No sé qué cara exacta puse, pero no creo que haya sido muy linda.

–¡Woah! ¿Qué pasa muñeco? ¿Por qué tan asustado? – Soltó como si nada. Tomó mi brazo y me pegó de nuevo a él, yo quise separarme, pero su fuerza me ganaba – No soy Hunnie, pero si quieres... Por ti puedo serlo.

No podía siquiera contestar cuando un puño se estrelló contra su cara y yo era arrastrado fuera de la pista y era llevado a otro lugar.

Cuando pude por fin salir de mi estupor y de la nada se me había bajado un poco la borrachera me sentí agradecido de ver a mi salvador y reconocerlo como uno de los amigos de Eli.

–Muchas gracias Kevin – Dije casi en un murmullo.

–Llámame Kris.




 

El susurro de un destino escrito | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora