Especial: los hijos son una bendición/Parte #2

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Callada, pequeña y a nuestros ojos demasiado frágil como para tener diez años. Con el tiempo descubrimos que no era solo tímida, también era terrible; con el pasar de los días y los meses pudimos ver más y más de lo que ella tenía escondido dentro de sí, como el raro hecho de que le fascinaran las matemáticas y la geometría cuando la mayor parte de los niños las odia, como que mueve la nariz cada que miente o que le fascinara estar sobre SeHun a la hora de él trabajar y cocinar conmigo. Ji era una gran caja de sorpresas, tanto buenas como malas, todo en ella era un acertijo, el cómo mordía todo lo que encontraba, como adoraba cortar su cerquillo o lo fanática que era de los libros de arte.

Si bien no puedo decir que todo fue azúcar y miel.

El incidente de la monstruación y la rebeldía adolescente llegaron demasiado rápido para todos, pasamos de llevarla de la mano al colegio a que ni siquiera nos dejara acercarnos a sus amigas. Los niños de catorce pueden ser muy crueles si no eres igual a ellos la verdad, sus palabras detonaron el mayor incidente en nuestra historia, el momento en que JiHye nos echó en cara todo lo que le decían por tener dos padres y no un padre y una madre a la tierna edad de quince añitos, cuando aún las emociones son más inestables que una montaña rusa.

–Eso me partió el alma.

–Lo sé mi vida, pero déjame contarles a nuestros nietos y después te desahogas.

El arrepentimiento, el llanto y todo lo que lleva esos desahogos malintencionados golpeó demasiado fuerte a Ji, claro que no fue una crisis que no pudiéramos superar. Pero... no esperábamos tan pronto la crisis masiva que ningún padre quiere ver en su bebita (de dieciocho, pero aun una bebita): la terrorífica crisis de los muchachos y desamores llegó si no mal recuerdo con la universidad.

Hasta el segundo semestre llevábamos a Ji a la universidad, nos quedaba de paso así que no era molestia. Lastimosamente, para otros seres humanos si era molestia, no éramos ciegos para saber que nuestra beba ya estaba crecidita y que en algún momento alguien más en la tierra iba a notar su hermosura escondida bajo el mismo gesto de amargura de SeHun, fue cuestión de nada que eso ocurriera. Por petición de JiHye y problemas de horarios dejamos de ir a llevarla y buscarla, lo hacíamos solo cuando podíamos, pero ya no era tan frecuente.

Al casi finalizar el tercer semestre adoptamos a NaHyun y SeoHa, los cuales, si eran muy bebés a comparación de JiHye, con apenas tres y un añito, eran todo lo contrario a JiHye cuando llegó, eran dos máquinas de destrucción. En ese momento se nos hizo mucho más complicado estar siempre junto a JiHye en momentos más allá del hogar (claro que no la dejamos a su suerte, pero si la dejamos más y más fuera de nuestro manto porque no siempre nos iba a tener pegados a ella) e inevitablemente llegó el día de la tragedia.

Yo tomé horario diferente cuando adoptamos a JiHye y reduje mis horas de trabajo, nos turnamos de manera completa para cuidarla y darle todo lo necesario en su tiempo, pero ahora no estábamos lidiando con una niña grandecita, sino que, con bebés, por lo cual SeHun dejó su trabajo momentáneamente y se convirtió en amo de casa mientras yo pasaba todo el día trabajando. Teníamos mucha más estabilidad económica que cuando llegó JiHye, pero la Universidad también consumía demasiado.

Un hermoso viernes por la tarde, mientras SeHun estaba en su estado más caótico y como sirvienta mal pagada, molesto con todo el mundo por el gran desastre que había en la casa, NaHyun había llenado las paredes de la papilla de SeoHa, yo no podía buscar a JiHye a la universidad y todo se le había juntado a SeHun, mi pobre esposo estaba a nada de enloquecer. JiHye dijo que la llevaría un amigo de su amiga y pudimos respirar, el problema fue lo que hizo ese ser humano después de dejarla en la puerta de la casa, ¡LE ROBÓ UN BESO A NUESTRA BEBÉ! Ganas de matarlo no nos faltaron. JiHye lo quiso golpear, pero ya era muy tarde, fue cuestión de nada para que tuviera a SeHun encima en modo bestia y a mi considerando atropellarlo.

Ese tipo había elegido el peor momento para hacerlo, SeHun vio todo desde la cocina y yo lo vi desde la esquina porque venía llegando en carro; él buscaba su muerte y nosotros estábamos dispuestos a dársela. Al final tuvimos que dejarlo ir, pero con la advertencia de castrarlo si volvía a tocar o ver a nuestra niña.

Después de ese incidente llegaron otros como: las compañeras de JiHye andaban alborotados por mi cara de tabla (nos peleamos), NaHyun entró a primaria y casi acaba con la vida de un niño con su termo de hierro (Le dio con el termo en la frente porque le pegó) por lo que nos hicieron otra evaluación a ver si no estábamos mal criando a los niños, JiHye tuvo su primer novio (tenia 21 pero aún era un dolor para nosotros que comenzara a volar del nido y más con un muchacho que no aprobábamos), rompió con él pero se mudó (SeHun estuvo días triste), y cuando percatamos incluso SeoHa era independiente de nosotros, ya éramos unos viejitos realizados.

Sin darnos cuenta el tiempo pasó y en el aniversario número veinte de la adopción de JiHye, la estábamos entregando en el altar mientras llorábamos como estúpidos por ver a nuestra bebé más bella que nunca. Este yerno si pasó la prueba de valor, pero igualmente lo amenazamos con dejarlo son descendencia si veíamos algo mal con nuestra hija, creemos que lo mejor que ha hecho su padre es hacer a nuestra hija feliz y traerlos a ustedes al mundo.

NaHyun se tituló en la universidad de periodismo y SeoHa sobrevive en informática, así que podemos decir que nuestros tres hijos son exitosos.

– ¿Algo de lo que te arrepientas abuelo? – Pregunta mi hermoso nieto mayor, el único de todos que se parece a mí en mi familia. JiHye, NaHyun, SeoHa, su hermanita y probablemente mi próximo nieto, cargan con la maldición de los Oh (Tener cara de tabla).

–Que todos mis hijos tienen la cara de amargados que SeHun. – Escuchar las quejas bajas de mi esposo me fascinan, pero lo ignoré – Después de eso, nada. Llegué a viejo muy feliz, su tía NaHyun está a nada de casarse y darme a mi tercer nieto, SeoHa vive su vida tranquila, y ustedes crecen muy bien. No me arrepiento de nada.

SeHun me miró con sus ojos de alcancía y me di un pico, digamos que mis nietos son fanáticos de decir "ascooooo".

–Te amo, Lulú. – Susurro en mi oído, con esa misma sonrisa de muchos años atrás.

–Yo también, Hunnie, yo también.

No sé si destino o no, pero eso susurros me llevaron a SeHun. Me agradezco por escucharlos.

[Fin]


ヾ(≧▽≦*)o

¡Y hasta aquí nos trajo el rio! Muchas gracias por leer hasta aquí. Les agradezco mucho seguir esta historia y ver como se desenvolvía el enredo que hice. No saben lo feliz que me hace terminar con esto y darle un final que me haga sentir conforme a algo que me ha acompañado por mucho.

Los quiero mucho. Bye. ✨😘

El susurro de un destino escrito | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora