39

28 4 0
                                    

–Debiste traer a tu pareja mi amigo, así no se te pegan los viejos – Dijo de lo más tranquilo y yo lo miré extrañado.

–Yo... yo si traje a mi novia – Ahora él me miraba extrañado a mí, sus ojos viajando hasta lo más profundo de mi alma – más bien... ella me trajo – Susurré.

–¿Me estás diciendo que viniste con una chica y que es tu novia? – Asentí, quería hablar y decirle que era Eli, pero él solo se rio y continúo hablando – Perdóname amigo, pero tú de heterosexual no tienes ni un pelo.

Sentí como mi cara se deformó en una rara mueca y la confusión me invadió. Si antes no pensaba bien por el licor, ahora no lo hacía por el estupor.

–¿Qué?

–¿Cómo te lo digo? – Llevó sus manos a su barbilla – En mi cabeza hay como un raro detector de locas y bueno, desde que te vi el radar se volvió loco. Por la manera en que te mueves al bailar y como caminas ¡Hasta como te ves! Estoy un ciento seis por ciento seguro de que eres gay...

Ese loco hablaba como si eso fuera de lo más normal del mundo ¡Claro! Todos los días te despiertas, ves gente caminar en la calle y te dispones a pensar quien es gay y quien no como pasatiempo. Sumamente normal ¿No? ¡Pues no!

–¡Te equivocas! – Dije enojado, el bufo – ¡Yo no–

Me besó ¡MEE BESOOO! Mi cuerpo se petrificó y mi alma abandonó mi cuerpo por segunda vez en la noche, creo que hasta tocó la puerta de los cielos. Sus labios se movían contra los míos con una experiencia que yo ni por asomo poseía. Eso estaba mal, demasiado mal, y fue peor cuando sin darme cuenta le correspondí.

Su lengua invadió mi boca y sin quererlo solté un gemido que me llenó de vergüenza, pero él no se detuvo ni un momento ¡Puta madre LuHan! Ni tú mismo te ayudas ¿Qué haría después cuando él me dijera su estúpido "Iris giy"? ¿Con que cara le diría que no cuando gemí en su boca?

Yo estaba borracho, dopado más bien, gracias a ese beso estaba volviendo a perder mi lucidez. No tenía el tiempo suficiente para reaccionar cuando él metió sus manos dentro de mi camisa, desarreglando y arrugándola a su antojo. Me retorcía, pero no podía irme, con su altura y cuerpo pesado él me tenía a su merced ¿Qué le habrán dado de niño para que creciera así? ¿Petróleo con leche? ¿Chiquitonina? Ah no, ese no, ese es para ser chiquito.

Ese hombre hizo lo que quiso con mi boca. Sentía que no podía respirar, quería correr, pero mi yo masoquista estaba disfrutando del beso. Una creciente erección hacia fricción contra mis pantalones y yo solo podía apretar las piernas. Me estaba muriendo de pena.

Rozó mi entrepierna con sus dedos y soltó una risa entre el beso. Eso me dejó en el piso. Se separó de mí y me dejó de una vez por todas. Un hilo de saliva guindó de nuestras bocas cuando nos separamos.

–No eres gay, eh – Dijo con una sonrisa casi estúpida en su rostro – ¿Cómo me explicas esto querido han?

Frotó con sus dedos mi erección y me sentí morir.

–LuHan – Dije casi sin aliento y con mis mejillas sonrosadas. Él parecía no entenderme, la verdad yo tampoco lo hacía en esos momentos – Mi nombre es LuHan, Xiao LuHan, no es solamente Han.

Él rio, su sonrisa era matadora la verdad. Menudo hombre el psicópata ese.

–Bueno, LuHan. Suerte con tu camino.

Y se fue, así sin más.

Me deslicé por la pared. Necesitaba encontrar a Eli e irnos lo más pronto posible. Me quiero ir de aquí.

Gracias JinKi, MinHo, MinSeok uno y dos, viejo cochino y Kris. Ahora gracias a ustedes me quedaré traumatizado de por vida, no me gustan las fiestas por ustedes. Son los mejores.






El susurro de un destino escrito | HunHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora