Capítulo Veintinueve

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Advertencia capitulo con contenido erótico, no voy a poner +18 porque ni le páramos a la edad, si no te sientes a gusto con estas escenas no te preocupes puedes saltar el capítulo y continuar en el siguiente 💗


—Última oportunidad para arrepentirte... —Susurró Chris, mirándola fijamente.

Ambos se encontraban en el centro de la habitación, parados uno frente a otro, sus cuerpos rozaban, sus narices se tocaban y su respiración se mezclaba.

—No lo haré, sabes que no —Y eso fue todo lo que el hombre necesitó para tomar su rostro y volverla a besar, lento, pausado, con calma.

La hizo retroceder poco a poco hasta que la espalda de la chica chocó contra la pared y él tomó su mano, dándole un apretón antes de subir con una suave caricia por toda la extensión de su brazo, llegando a su hombro, luego a su cuello y finalmente volvió a descender hasta tomar el tirante de su vestido y hacerlo caer. Lo mismo ocurrió con su otra mano y luego terminó bajándolo.  Se inclinó y dejó un casto beso en su vientre, antes de hacer descender su ropa interior.

Mackeyla quedó desnuda ante él, quien tragó saliva con fuerza, venerándola.

—No me canso de pensar que eres hermosa —Susurró.

—Tu eres arte —Replicó ella acortando nuevamente el espacio entre ambos y siendo ahora ella quien comenzaba a desvestirlo a él. Con calma, lentitud y paciencia.

Mientras lo hacía, lo tocaba, haciéndolo enloquecer y desear más aquel momento.

Ambos estaban en una burbuja que no querían que explotara jamás.

—Guapo, muy guapo —Una vez lo tuvo desnudo antes ella, se atrevió a besar su pecho y levantó su mirada. Los ojitos de la chica brillaban tanto que el pecho de Chris se infló de ternura y sonrío, acariciando sus mejillas.

—Y tu eres un torbellino que cuando llega a la vida de cualquier persona, estás no están dispuestas a dejarte porque saben lo que vales.

La respiración se pasó en ambos, en él porque luego se dio cuenta de sus palabras, y en ella porque no podía creer lo que escuchaba. No habían arrepentimientos. Ambos estaban siguiendo a su corazón y esa atracción que inevitablemente sentían.

—Chris...

—¿Si?

—Hazme el amor —Pidió en un susurro.

Eso fue todo lo que bastó para que, ambos estando ya completamente desnudos, dieran paso a una sesión de besos y caricias que los llevaban a dónde nunca ninguna otra persona los había transportado con tan simples toques.

Sus bocas se volvieron a encontrar porque no podían estar separadas ya que al instante comenzaban a extrañarse.

Chris se inclinó y tomó a la chica entre sus brazos, cargándola, llevándola a la cama donde la dejó acostada boca arriba. El corazón de ambos latía con fuerza.

Él se inclinó un poco, tan solo un poco dejando un pequeño beso en su frente, luego en su mejilla y finalmente en sus labios. Mientras la distraía de esta manera, sus sexos se iban juntando. Con su longitud él tocó la entrada de ella, pero solo lo hacía para que ambos se preparaban, se desearan más.

Ella se removía debajo de él, levantó sus manos y tocó el torso del chico, disfrutando de ese bendito cuerpo que la incitaba a querer pecar por siempre.

Bajó su mano lento, despacio, como si no hubiese prisa, y es que no la había. Tocó el comienzo del miembro del chico y terminó por hacerlo enloquecer. Solo eso bastó para que se decidieran a ser uno. Así que Chris, tomando la iniciativa, llevó una de sus manos a las caderas de la chica, dejándola muy cerca de sus nalgas y se movió hacia adelante, penetrándola.

Ella soltó un pequeño gemido que los transportó a ambos al mismísimo cielo. Y él, él jamás había imaginado que aquello sería de tal manera. Era intenso, lento y profundo, como lo que comenzaban a sentir.

No sabían que al realizar aquel acto lo menos que iban a querer a partir de ahora iba a ser estar separados.

Se movía despacio y ella lo abrazaba, dejando pequeños besos en sus labios y en su pecho sudado. Se aferraba el uno al otro con cada movimiento que él hacía. Entraba y salía, sus manos se juntaban aferrándose sobre la almohada, amortiguándose. Sus miradas se encontraban y guardaban miles de promesas.

Ambos llegaron a un orgasmo arrebatador que los dejó exhaustos, satisfechos y saciados. Sonrieron sin poderlo evitar y ella se hizo bolita una vez que él se acostó a su lado. Se abrazaron. Mack enredó sus brazos en el torso de Chris y con sus manos hacía figuras imaginarias. Estaba feliz. Ese hombre le gustaba muchísimo y ahora que habían caído el uno por el otro mucho más.

Chris dejó un pequeño beso en la cabeza de ella, y le acarició el rostro.

—Eso estuvo....

—Increíble —Completó ella, riendo y haciéndolo sonreír.



*Se va a tomar agua bendita*

La verdad no sé cómo se tomen este capítulo 😂 quiero agradecer a mi hermana por ayudarme a narrar este salseo, la verdad yo soy un asco en estas escenas.

Terrible oremos por mí.

No olviden votar y comentar que les pareció 😏 No a las lectoras fantasmas bebes.

Nos vemos pronto, un beso.

Daddy-Chris Evans.✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora