Capitulo Sesenta

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Advertencia: Capitulo con contenido un poco fuerte.

Mackeyla abrió sus ojos lentamente, ella intenta moverse pero falla completamente en el intento, rápidamente recuerda lo ocurrido intentar gritar pero era imposible. Las sogas en sus manos estaba cortando lentamente su piel y la mordaza en su boca había provocado que sus labios sangraran por la presión. Mackeyla intenta reconocer algo a su alrededor, estaba en lo que parecía un viejo depósito, no había ninguna oportunidad de salir, al menos no sin ayuda. Ella gira su rostro mientras intenta calcular si podría romper la silla en la que estaba atada al caer. La chica estaba al tanto que eso solo salía bien en las películas, ella no estaba en una, baja la mirada a sus pies que están al igual que sus manos.

Atados.

Lágrimas no tardan en resbalar por su mejillas, Mackeyla no sabía porque estaba llorando, si por el dolor que sentía, por el ardor en sus manos o porque sabía que solo saldría de aquí con un milagro.

El sonido de unas rejas no tarda en llamar su atención y un hombre entra con una sonrisa al verla.

Ella solo lo mira con asco, Trevor parece no importarle y arrastra una silla para sentarse al frente de ella. Mackeyla se mueve intentando desatarse haciendo que el la mire con diversión.

—Ya veo que despertaste, bella durmiente, fueron cuatro horas esperando que despertarás. Espero que mis muchachos te hayan tratado bien—el sarcasmo no tarda en notarse en su voz.

Ella solo suelta un gruñido lo que hace que la mordaza se mueva y presione más el lado afectado de sus labios.

—¿Qué ocurre, Mack? ¿Te comió la lengua al gato?

Trevor seguía siendo el mismo maldito que conoció hace unos años en aquel after party cuando Mackeyla solo tenía diecinueve años, su cabello negro estaba más alto y había ganado más contextura muscular, su cara estaba con grandes ojeras y sus ojos estaban un poco rojos por alguna sustancia que había ingerido.

Trevor Sander era un productor, había comenzado recientemente en el mundo de la fama en ese entonces. Y como todo el hombre que es no tardó en notar la belleza de la morena, lo que Mackeyla no sabía es que Trevor era un maldito enfermo.

Ese día Mackeyla no tuvo idea de lo que pasaría, que eso cambiaría su vida por completo.

—¿Qué creías Mackeyla, que todo sería así de sencillo? Que te dejaría tranquila solo porque dejaste a tu bonito novio, después de todo lo que me hiciste— Él se acerca cada vez más a su rostro haciendo que ella gire su cara.—Pues no,no,no linda Mack—  él niega con su dedo.

—Gracias a ti mi carrera se fue a la mierda, tu padre se encargo de que nadie me contratará al igual que el idiota de aquel imbécil. Nadie se atrevía a seguirle la contraria a William Baldwin y Justin Bieber—Trevor acaricia su mejilla haciéndola temblar, él baja la mordaza de su boca y toma su mentón para obligarla a verlo en la cara.

>>¿No tienes nada que decir princesa?

Ella solo lo escupe en la cara, él se limpia con la mano y no tarda en darle una bofetada fuertemente. Mackeyla sentía su mejilla izquierda arder pero no le daría el gusto de verla llorar.

—Eres una maldita zorra y me haré cargo de que me la pagues todas, te haré tantas cosas, será grandioso oirte gemir. Todavía tengo algunos recuerdos de esa noche.

—Eres un hijo de puta, tú eres quien arruinó mi vida cuando abusaste de mi aquella noche.—escupe con rabia—Te deberías retorcer en el infierno, maldito monstruo—la cachetada la hizo callar.

Daddy-Chris Evans.✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora