Daddy-Chris Evans.✔️

Capitulo Cincuenta y Ocho

Los días pasaron y Mackeyla cayó en una leve depresión, fingía que estaba bien frente a su familia. Ella demostraba una sonrisa y decía que se encontraba perfectamente cada vez que alguno preguntaba, y cuando llegaba a la soledad de su hogar su coraza se rompía y lloraba hasta dormirse.

Tenía tres semanas sin ver a Chris, él actor la había evitado completamente para nadie era un secreto y más cuando cambio todas las entrevistas que tenía a su lado. Ella no dijo nada solo sufrió en silencio mientras fingía que no le importaba.

Había recibido mensaje cada día, aunque bloqueará los números o incluso ella cambiará de línea, ellos seguían llegando. La tenían vigilada y eso lo sabía, vivía cada día con ansiedad, revisaba puertas y ventanas antes de dormir.

Su única compañía era Oscar, el canino la había acompañado en todo momento y era de gran ayuda. Tenerlo a su lado la confortaba, era su fiel compañero aunque eso no evitaba que extrañara a Dodger.

Dodger... El canino al que veía a escondidas en la guardería, las trabajadoras no estaban al tanto de nada de lo ocurrido, ella solo iba con la excusa de que lo extrañaba para su suerte jamás preguntaban o llamaban a Chris.

Hailey venía a visitarla siempre que podía e insistía que se quedará con Óscar cosa que ella internamente agradecía. La rubia le contaba su día y ella solo mordía sus uñas al saber la mayoría de las cosas que había hecho.Trevor se encargaba de extorsionarla con Hailey, cada día le pedía una cantidad alta de dinero o si no su prima estaría en riesgo, ella hacía lo que él ordenará sin rechinar, al menos respiraba aliviada que Lexie ya no fuera un blanco en él plan de ese maldito enfermo.

Cada cosa que comía, al rato lo vomitaba, la constante ansiedad le estaba pasando factura y su familia lo notaba, la perdida de apetito se hacía presente y las jaquecas también. Mackeyla decidió tomarse un descanso en el modelaje solo asistía a varias sesiónes de fotos, su madre y prima no tardaron en alarmarse ante eso pero ella las calmo diciendo que solo sería unos meses, que necesitaba descansar y ellas lo creyeron, la morena agradeció que no tendría que grabar nada para Marvel si no hasta el siguiente año, ya que se estarían enfocando en BlackWidow.

Mackeyla pensó que Scarlett no le dirigiría la palabra ante lo que había ocurrido y comprendía si no le volvía a hablar, era entendible ella le había roto el corazón a su mejor amigo. Que sorpresa se llevó cuando la rubia se presentó a su casa y no tardó en abrazarla, Scarlett no pregunto nada solo le hablo de temas triviales como que Rose seguía dejándola en vergüenza o que su novio la iba a engordar por tanta comida que le preparaba. Mack solo disfruto de su compañía y aguanto las ganas de contarle todo cuando la mujer se despedía.

William Baldwin la había invitado un día al campo de bateo, sí justo el lugar donde Chris y ella había tenido su primera cita, si así se podría llamar. Mackeyla no tardó en disculparse para ir al baño e intentar calmarse mientras las lágrimas resbalaban por su mejillas, al salir coloco una sonrisa en su rostro que su padre creyó completamente. Ese día recibió por parte del hombre una hermosa pulsera con detalles esmeraldas, ella lo vio extrañada pero el se defendió diciendo.

—¿Acaso no puedo regalarle algo a mi hija?

Ella solo decidió dejar el tema del lado y prometer que jamás se la quitaría, ni para ir al baño como el le había ordenado prácticamente a hacer.

La menor de las Baldwin lograba enterarse de la vida del actor por las noticias, parecía una fan obsesionada cada vez que veía el rostro del hombre le subía volumen al televisor. Tuvo tantas noches ganas de marcar su número pero nunca lo hizo, debía ser fuerte por él y por Hailey.

Hailey no entendía que ocurría, veía cada día más como las energías y la luz de su prima se apagaban. Intento miles de veces sacarle la verdad pero ninguna vez obtuvo resultados.

Ese lunes se cumplía un mes desde su ruptura con Chris, si nada hubiera ocurrido en unas semanas estaría cumpliendo un año junto a él...

Ella suelta un suspiro mientras agarra su bolso e introduce la billetera y su celular, Mackeyla había quedado con Andrea en un parque cerca de su departamento. Se despidió de Óscar prometiendo volver en unas horas y subió al elevador, mientras estaba ahí decidió que lo mejor era ir caminando para distraerse, total era solo unas cuadras y nada ocurriría. La chica salió despidiéndose del seguridad y emprendió camino, frunció el ceño al ver las calles y establecimiento solos y se golpeó mental mente al recordar que hoy era Holyday.

No le tomo importancia y siguió caminando. Todo pasa rápidamente una mano sujeta su boca evitando que ella grite mientras un arma apunta su cabeza.

—Shh, silencio princesa, yo que tú no gritaría y haría lo que me ordenarán— el hombre habla mientras sigue apuntando su cabeza, el pasamontañas hace imposible que ella pueda ver su rostro.

Las lágrimas no tardan en salir y el pánico la invade, los temblores llegan a ella.La chica solo pudo pensar que ese sería su final, que moriría después de todo, que desperdicio su felicidad para ésto.

La mano del sujeto fue remplazada por un pañuelo rápidamente sin darle oportunidad de gritar y el arma en su cabeza no ayudaba. Una camioneta negra se estaciona a su lado y no tarda en ordenarle que suba.

—Se niña buena y sube a la camioneta sin hacer nada. Porque si haces una maldita cosa que pueda delatarnos te vuelo los sesos ¿Entendido?— grita lo último, ella solo asiente asustada.

El hombre la tira sin nada de cuidado en la camioneta y le ordena a otro sujeto de máscara de payaso que amarre sus manos y piés, ella solo llora desconsoladamente.

—Esta mierda no me sirve— dice rápidamente mientras revisa su bolso, saca algunos billetes de la billetera y bota lo demás fuera de la camioneta incluyendo su teléfono.

Sería imposible rastrearla ahora.

Ella solo mira fijamente al hombre y puede jurar que debajo de ese pasamontañas hay una sonrisa burlona.

—¡Vaya! Si que eres tan bonita como en las fotos, que lástima que el jefe no deja que nos divirtamos un poco contigo. No sabes todo lo que haría contigo— Mackeyla lo miro con repulsión y las náuseas vinieron a ella—Aunque tus ojos verdes me ponen mucho, no me gustan los inconvenientes— él agarra una botella y vierte un poco del líquido en un pañuelo y se acerca peligrosamente a Mackeyla.

Ella mueve su rostro para evitar que él se acerque a su cara pero el otro sujeto la agarra con fuerza y apreta su mentón dejando incluso varias marcas por la fuerza aplicada. El olor desconocido no tardó en llegar a sus fosas nasales y luego solo vio obscuridad.

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Un beso.