La vida de Chris era tranquila, estar el mayor tiempo en un set de grabación, sesiones de fotos y pasar tiempo con su familia. Ya era una rutina para el rubio, pero todo cambia cuando una noche de repente llega un pequeño y travieso torbellino con g...
Mackeyla logro quedarse dormida luego de llorar durante horas, sus ojos se encontraban inflamado y su garganta lastimada, ella se removió en la madrugada cuando sintió el lado izquierdo de su cama se levantó sobresaltada pero fue calmada por Chris que la abrazo diciéndole que volviera a dormir. Ella aún adormilada decide hacerle caso sabiendo que sería el último día que dormiría en los brazos del amor de su vida, Christopher la atrae hacía él y ella recuesta su cabeza en el pecho del hombre inhalando su aroma.
Cuando Mackeyla despertó él aún seguía dormido, retuvo las ganas de llorar para no despertarlo, la chica acaricia sus mejillas, su nariz y sus labios. Mack quería memorizar todo su rostro por última vez, se sentía como la misma mierda cuando al fin estaba en paz los demonios del pasado volvieron para atormentarla.
Él abrió los ojos lentamente y sonrió al verla asomada delante de él, ella le devolvió la sonrisa pero no tan alegre como siempre y eso lo notó rápidamente.
—Hey princesa¿Estás bien?—ella asiente y recuesta su cabeza sobre su pecho sin decir nada, Chris acaricia su cabello evitando decir alguna palabra.
—Solo quiero quedarnos aquí, tu y yo abrazados. Solo quiero sentirte cerca—susurra ella, Chris se detiene y besa su sien haciendola sonreír.
—Se nota que alguien me extraño—bromea.
—Y no sabes cuánto.
Así pasaron la mañana ambos recostados mientras Mackeyla se aferraba al rubio, él noto el raro comportamiento de su novia y decidió dejarlo pasar por hoy, ya mañana hablarían del tema.
Lo que él no sabía es que eso no sería posible....
Ese día Mackeyla valoró las risas de Chris, los ladridos de Dodger, ver películas acurrucados en el sillón con los dos. Ella incluso llamó a Lisa para conversar con ella un rato y aunque ninguno de ellos lo supiera Mack se estaba despidiendo. Cuando beso tantas veces los labios de su novio en ese día, cuando disfruto como el la hizo sentir en su habitación, cuando él le dijo que la quería y se quedó dormido. Esa noche Mackeyla se encerró en el baño y lloro en silencio.
El único testigo de todo ésto fue Dodger que no tardó en recostarse en la puerta del baño para esperar que su dueña saliera. Mack esa noche no pudo dormir decidió recostarse en el sillón y pensar mientras abrazaba al canino, tenía tantas ganas de mandar al maldito de Trevor al carajo y contarle todo a Chris o a su padre pero luego recordaba la sonrisa de Lexie, como se le marcaban sus hoyuelos y como la admiraba, también pensaba en Hailey.
Hailey era feliz tenía un esposo que la amaba y mucha vida por delante y eso ella no lo iba a arruinar. No iba a arruinar la vida de esas dos personas que le trajeron alegría a su vida y mucho menos podría en peligro al amor de su vida. Ella sacrificaría su felicidad por la de aquellos que aman, sacrificaría su felicidad aunque supiera que Chris abrió su corazón a otra chica. Porque lo más que deseaba ella era que él fuera feliz.
Su Chris debía ser feliz aunque no fuera con ella.
Un Chris adormilado la saco de sus pensamientos cuando le pregunto que ocurría, ella solo evitó la pregunta dándole un beso y tomando su mano para arrastrar de él hacía su habitación.
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Al día siguiente Chris fue citado a una reunión con su manager Mónica, estaba un poco dudoso de ir, claro que el había notado el extraño comportamiento de su novia pero ella le insisto que fuera, que ella no se movería de ahí.
Mackeyla lloraba silenciosamente mientras ordenaba algunas de sus pertenencias, ella las colocaba en la maleta con todo el dolor de su alma ese era el día, el día en que todo se acabaría.
Cerro la maleta luego de haber organizado todo, giro a ver cómo el clóset que había invadido hace unos meses estaba vacío, recordó las risas de Chris cada vez que llegaba con más ropa y al final la dejaba ahí. Prácticamente ella vivía ahí, Dodger soltó algunos quejidos como si entendiera lo que iba a ocurrir.
Ella se colocó a su altura y lo abrazo dejando varios besos en su pelaje.
—Te voy a extrañar tanto bebé, a ti y a tu papá— soltó con voz quebrada— Cuida muy bien de él, como lo hacías antes de conocerme. Te quiero mucho Dodger—el lame su cara y suelta un quejido como si estuviera llorando.
Ella suelta un suspiro y toma su maleta mientras limpia sus lágrimas, ella escucha la puerta abrirse y el familiar sonido de las llaves siendo dejadas en la mesa, costumbre que tenía el rubio. Mackeyla arrastra su maleta hacía la sala de estar y se detiene al verlo ahí, él la observa confundido mientras ella baja su mirada.
—¿Ocurre algo cariño?— pregunta él rápidamente.
—Voy a irme Chris—suelta sin mirarlo.
—¿Te salió algún viaje de trabajo?— Chris la mira esperando que sea eso.
—No puedo seguir con esto Chris, no puedo seguir aquí— ella le dice lentamente—No quiero seguir viviendo contigo, me cansé.
—Amor estás alterada, mejor tomemos asiento.
—¡No lo estoy!—insistió— !Esto no está funcionando Chris! ¡Nunca funcionó!—Ella retuvo las ganas de echarse a llorar y se mostró fuerte aunque solo fuera simple actuación.... Por algo era actriz.
—Mack...
—Esto se debe acabar Chris—Suelta—Ésto—ella se señala así misma y a él—Fue un error, algo que jamás debió existir.
Mackeyla sabía que debía ser dura con él, porqué Chris era una de las mejores personas del mundo y al final del día estaría perdonándola y Mack necesitaba alejarlo de la mierda que ella estaba metida.
—Mack, dime qué estás bromeando—suplico— Dime qué es una especie de broma de mal gusto de Mackie y Sebastián.
Ella negó con la cabeza, debía hacer que él dejara de amarla.
—Nunca te amé Chris, siempre fingí. La verdad solo era un capricho salir con un hombre mayor que yo, es lo que se hace hoy en día y yo no fuí la excepción. Intenté amarte y por eso seguí contigo pero la verdad es que no te amo.
—¡Estás mintiendo! ¡Mírame a la cara si lo que dices es cierto!— él exclamó, ella levantó la mirada hacía él y dijo las palabras que rompieron el corazón de ambos.
—Nunca te amé Chris, es la verdad.
Chris entreabrió los labios para decir algo,pero al final decidió cerrarla y mirarla con dolor. Él estaba destrozado y ella también.
—Esto te pertenece—murmura ella mientras se retira aquel anillo de su dedo y lo coloca en la mano del rubio.
Mackeyla agarro fuertemente su maleta y decidió caminar hacia la salida, ella se giro a verlo por última vez y le suplico que la perdonará con la mirada, suplico que algún día el entendiera porque lo hizo y que lo amaba con su vida entera. Lo amaba tanto que se alejo de él por su seguridad.
Ella respiro hondo y salió por la puerta de la casa en la que había sido feliz tantas veces y en la que hoy quebraba su corazón. La lluvia empezó a caer como si estuviera representando los sentimientos de aquellos dos amantes, Mack no resiste más y empieza a llorar mientras ingresa al auto con la maleta sin importar que esté toda empapada, recuesta su frente contra el volante y llora fuertemente dejando salir todo lo que sientes, ella hipea algunas veces y decide calmarse para emprender camino al único lugar donde no preguntaría nada y se sentiría a salvo.
Ese día Mackeyla Baldwin se marcha dejando a un destrozado Chris sentado en el suelo de su sala preguntándose que ha hecho mal.
Ese día ambos corazones se quebraron y dos almas gemelas se separaron.
