Capítulo 5

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Novak

Maldición. Es tan hermosa. ¿En que universo paralelo mi niña bonita se convirtió en una mujer impresionante? Me refiero a que sé que han pasado doce años, pero joder, nunca me imaginé que llegaría a Phoenix y lo primero con lo que me encontraría sería con el enorme cambio que Tate Brooks tuvo durante todos estos años. Admito que quede completamente hipnotizado por su belleza y actitud desafiante. Ninguna chica se me había abalanzado así en mi vida, pero como disfruté probar esos deliciosos y carnosos labios, de hecho, muero por volverlo a hacer. Aunque para conseguir lo que quiero, primero necesito recuperar su confianza. Sé que para ella no ha sido fácil volver a verme y me encantaría explicarle que para mí tampoco lo ha sido, sobre todo con toda nuestra historia familiar y por él hecho que ninguno de los dos planeaba reencontrarse. Es horrible cuando el destino te hace una mala jugada y aún más cuando no estás preparado para enfrentar a los fantasmas de tu pasado. Tate y yo compartimos muchos recuerdos increíbles, pero dichos recuerdos se tornaron gises cuando nuestras familias se dividieron y nos obligaron a separarnos. Aún recuerdo que el día más triste de toda mi vida, Tate y yo nos habíamos escapado de nuestras casas para vernos en nuestro lugar especial, un parque que tenía un enorme sauce al lado de un bellísimo estanque donde los patos solían nadar. Creímos que nuestros padres no se darían cuenta de nuestra ausencia, pero éramos unos niños ingenuos en ese entonces. Pasamos toda la tarde jugando y riendo que no nos dimos cuenta en que momento había oscurecido hasta que escuchamos a dos hombres gritar nuestros nombres fuertemente, fue entonces que nuestro pequeño y perfecto mundo se había desvanecido. Mi padre y el suyo se volvieron locos en cuanto nos vieron juntos, ambos comenzaron a gritar eufóricamente mientras que nuestras madres nos tomaron del brazo y nos jalaron hacia ellas, tratando de evitar cualquier acercamiento o contacto. Tate y yo habíamos empeorado las cosas entre nuestros padres cuando nos descubrieron en ese parque, y fueron tantas las ganas de mi padre de querer separarme de ella para siempre, que esa misma noche decidió mandarme a Alemania con su hermana. Después de ese día, no volví a ver ni hablar con Tate por doce años, un tiempo bastante largo que no sirvió de nada, ya que nunca pude olvidarla. Ella era más que mi mejor amiga y todo lo que vivimos juntos no iba a desaparecer sólo porque me mudé a otro país. Ahora que la vida me ha dado la oportunidad de recuperarla no pienso desperdiciar ni un segundo, haré todo lo que esté en mis manos para que Tate Brooks vuelva a ser mi niña bonita.

Justo ahora me encuentro conduciendo mi motocicleta en las vacías calles de Phoenix, tratando de decidir en donde pasar la noche. Para ser sincero, no me siento preparado para regresar a mi casa, no después de besar a Tate y pasar el resto de la noche como si todo estuviese bien. A pesar de la distancia y de los esfuerzos que mis padres hicieron para mantenerme alejado no sólo de ella, sino que de toda esta vida de pandilleros, ahora he vuelto y nada me hará irme de aquí, sobre todo porque ahora estoy más que seguro que es aquí a donde pertenezco. Admito que me preocupa un poco la reacción que mis padres tendrán sobre mi regreso, ya que ellos jamás supieron que regresaría a Phoenix y probablemente peguen el grito en el cielo cuando me vean, pero justo en este momento estoy teniendo un debate interno sobre aparecerme en frente de ellos de una buena vez o esperar unos días y seguir disfrutando de la compañía de Tate. Si pongo ambas cosas en una balanza, lo de mis padres parece más importante, pero si hablamos de que es más importante para mí entonces me inclino por la segunda opción. Por suerte, tengo a alguien con quien contar en estos casos de emergencia, así que sin pensármelo dos veces, cambio el rumbo de mi motocicleta y me dirijo a la casa de la única persona que puede ayudarme a ocultarme por un tiempo.

Gracias a la hora tan tarde en la que me encontraba conduciendo, pude llegar cuanto antes a mi destino. Me sorprende que incluso después de pasar años lejos de mi hogar, aún recuerdo en donde viven las personas que son importantes para mí. En cuanto me estacioné en frente de la pequeña casa blanca de un piso, apago el motor, me quito el caso y comienzo a caminar por el jardín hasta llegar a la puerta de madera. El vecindario estaba muy callado y probablemente este chico estará dormido al igual que todos sus vecinos, pero si lo conozco bien entonces estará jugando videojuegos en su computadora. Podría estar toda la noche haciendo suposiciones, aunque preferí simplemente tocar con golpes decididos la puerta. Al principio no recibí ninguna contestación, pero no me iba a dar por vencido, volví a tocar insistentemente la puerta y esta vez sí recibí una respuesta.

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