Capítulo 15

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Al día siguiente aún me sentía un poco aturdida por todo lo que había sucedido con Novak en el estacionamiento. He estado toda la mañana en la cama dándole vueltas al asunto y todavía no logro entender porqué me siento tan abrumada. Admito que nunca había experimentado una felicidad tan grande, pero dicho sentimiento se ve opacado por la angustia constante que tengo por ser descubierta por mis padres. Por desgracia no puedo enfocar mi mente en un solo problema, ya que precisamente hoy tengo la estúpida fiesta de Las Calaveras. Cada año se hace una gala para conmemorar el nuevo comienzo de mis abuelos y del nacimiento de nuestra pandilla, pero para mí no tiene ningún sentido, ya que se da el mismo discurso inspirador donde se menciona cómo fue que mis abuelos abandonaron su país para llegar aquí, adoptando una nueva identidad y por ende un nuevo apellido. Porque, para su información, mis abuelos y mi padre solían llevar el apellido García, pero después de crearse esta nueva vida americana optaron por tener un apellido más acorde a su nueva nacionalidad. Es por eso que ahora nos conocen como la familia Brooks.

Todo mi cuerpo se tensó y dramáticamente di un giro el colchón, quedando boca abajo para soltar un fuerte gruñido sofocado en la almohada. Esta fiesta es prácticamente mi peor pesadilla. Entre tantas cosas, debo de seguir un código de vestimenta y un protocolo durante toda la ceremonia, pero lo peor es que tendré que fingir seguir teniendo una relación cono ex novio y eso probablemente me cause problemas con mi actual novio. Volví a girar mi cuerpo, quedando nuevamente con la mirada en el techo y respiro profundamente, exhalando poco a poco el aire por la boca. Hoy será uno de esos días en los que probablemente terminaré ebria y haciendo malas decisiones. Sinceramente estoy cansada de pretender ser alguien que no soy cuando estoy con mis padres, no me siento en completa libertad y mucho menos siento que soy yo. Tal parece que llevo una máscara todo el tiempo, un camuflaje que sirve para demostrarles a las personas lo perfecta que puede ser Tatum Brooks. Aunque me pregunto: ¿Qué pasa si ya no quiero seguir ocultando a la verdadera Tate? Aquella chica que está llena de defectos, rebeldía y amor propio. Es divertido recordar la cantidad de veces que me han dicho "siéntete orgullosa de quien eres, siempre camina con la cabeza en alto". Muchas veces he querido serle fiel a este lema, pero es casi imposible hacerlo cuando tu propia familia necesita que seas lo que los demás esperan de ti, y para ser honesta, eso es una mierda que ya no estoy dispuesta a seguir soportando. El comportamiento decente no tiene nada que con lo que he estado planeando hacer, después de todo, fueron mis padres quienes me están obligando a asistir a su dichosa fiesta.

Ya no más farsas ni tampoco mentiras. Todo termina hoy. Tomo de mi pequeña mesa de noche mi teléfono y comienzo a teclear un número. Escucho el sonido de espera y gracias a Dios contesta al tercer timbre.

- ¿Tate?- escuchó sorpresa en su voz.

- ¿Tienes planes para esta tarde?

- No, estoy completamente libre.

- Bien, te mandaré una dirección por mensaje, te espero ahí a las cinco en punto- digo antes de colgar la llamada.

«Esto va a ser muy divertido.»

Rápidamente me levanto de la cama y me pongo en frente de mi armario donde se encontraba un hermoso vestido negro de manga larga con corte de sirena y una alargada pero delgada falda extra que estaba sobrepuesta por la parte de la cintura. Mi madre escogió este vestido específicamente para mí porque creyó que era elegante y sofisticado para la ocasión. Se supone que en esta fiesta todos visten de negro o rojo, y es la única ocasión en donde no se lleva nada revelador ni nuestras chaquetas de cuero. Por desgracia, no me siento de humor para seguir esas reglas. Creo que a este vestido le hace falta un pequeño cambio.

Justo al lado de mi armario se encontraba una cajonera, la cual abrí de inmediato para sacar unas tijeras se acero. «La cuestión es: ¿Qué voy a hacer contigo?» me preguntó al volver a mirar el vestido.

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