Capítulo 29

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Novak

-       Seguimos esperando una explicación- dijo mi madre con los brazos cruzados.

Habíamos llegado a la que una vez fue mi casa hace diez minutos y mis padres no desaprovecharon ni un segundo para comenzar con los reclamos y el interrogatorio. Ambos llegaron directamente al largo y ancho sofá gris que se encontraba en nuestra sala, la cual no tenía mucho, era sencilla con las paredes blancas y una mesa cuadrada en el centro del mismo color.

Mi madre tenía los brazos cruzados y la ceja izquierda levantada, mientras que mi padre tenía el ceño fruncido y las manos cerradas en puños apretados sobre sus piernas.

-       No sé que esperan que les diga, creo que he sido bastante claro cuando les confesé mi amor por Tate Brooks- replico con desesperación. -Estoy enamorado de ella.

-       Sabes muy bien que tú y esa chica no pueden estar juntos- reitera mi padre.

-       ¿Por qué? ¿Por la estúpida pelea que tienen con los Brooks? Ese no es mi problema.

-       Ten mucho cuidado en cómo me hablas muchacho- se levanta mi padre de su asiento. -Que no se te olvide con quien estás hablando.

No podría aunque quisiera. El gran Arthur Keller, mi padre, un hombre que siempre ha querido convertirme en su igual y que no esperaba nada más que lo mejor de lo mejor. Pasé parte de mi niñez tratando de ser el hijo pródigo que todos esperaban, quise complacer a mi padre en cuanto podía, pero siempre parecía no ser suficiente. Llevar encima el apellido Keller era una gran carga para mis hombros, ya que debía cumplir con ciertas expectativas y obedecer a todo lo que se me ordenaba. Mis padres nunca tuvieron que lidiar conmigo, puesto que desde muy joven he tratado de complacerlos para evitarme ciertos problemas futuros, pero hoy hay una excepción. Ya estoy cansado de que esta guerra entre pandillas esté afectando la vida de Tate y mía, y lo que es peor, ambos bandos están en un enorme error, lo que convierte esta pelea en una sin sentido.

-       No puedo creer que te hayas vuelto parte de ellos- reclama mi madre. -¡¿Qué carajos estabas pensando?! ¡Cometiste traición hacia tu pandilla y tu familia! Y todo por esa...

-       ¡Cuidado con lo que vas a decir madre!- suelto furioso. -Su nombre es Tate y ella es mi novia.

Escuché como mi padre rió sarcásticamente mientras que mi madre no paraba de mirarme con los ojos extremadamente abiertos.

-       Novak, este juego terminó- dijo mi padre con decisión. -Tienes dos opciones: o regresas a Alemania con tu tía Alice o tomas el lugar que te corresponde en Los Escorpiones. Tú decides.

Enderezo mi postura lo más que puedo y miro a mi padre directamente a los ojos por varios segundos, demostrándole lo seguro que estaba sobre las palabras que estaba a punto de decir. Tal vez este sea el fin de nuestra relación, pero al menos tengo la seguridad de saber que seré feliz por primera vez en mi vida. Yo elijo que es lo que quiero para mí y mi futuro, y jamás voy a arrepentirme de este momento.

-       La elijo a ella.

Mis padres quedaron en completo estado de shock al escuchar esa frase salir de mi boca.

-       ¿Qué? ¿Qué acabas de decir?- preguntó mi padre incrédulo.

-       Creo que fui bastante claro- replico dándome media vuelta y caminando hacia la salida.

-       ¡Novak! ¡Vuelve aquí con un demonio!- escucho a mi padre gritar.

Caminé con pasos firmes hacia mi motocicleta sin voltear ni una sola vez atrás, rápidamente me monto en ella, la enciendo y decido olvidarme de todo.

Tate y yo habíamos creado una bomba de tiempo, sólo era cuestión de esperar a que explotara y ahora que todo se fue al carajo ya no teníamos nada que perder. La relación con nuestros padres siempre estuvo fracturada, ellos esperaban que nosotros fuéramos alguien que jamás podríamos ser, ya que de otra manera perderíamos nuestras verdaderas identidades. Ambos estábamos rotos, perdidos y confundidos, pero el destino se encargó de unir a dos personas solitarias que aceptaron y se enamoraron de los defectos del otro, de todas aquellas imperfecciones que los demás detestaban y hubiesen deseado eliminar.

Cuando Tate y yo estamos juntos, no somos solamente los hijos de unos líderes que deben cumplir con su deber, sino que somos dos personas comunes y corrientes que no necesitan demostrarse nada. Podemos ser auténticos y libres, decir y hacer lo que se nos plazca porque entre nosotros no habrá prejuicios. Tatum Brooks es mi confidente, mi novia, la mujer de mi vida, pero sobre todo, es mi mejor amiga, y no dejaré que nadie me prohíba continuar con esta increíblemente especial relación que tenemos. No me importa sobre quien tenga que pasar para conseguirlo.

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