Capítulo 11

115 8 0
                                    

Tate

Quedé de verme con Novak para salir esta tarde, dijo que me recogería en mi casa a las cuatro en punto porque quería llevarme a un lugar muy especial del cual no iba a dar detalles para evitar arruinar la sorpresa. Normalmente hubiera dejado plantado al idiota que quisiera darme una sorpresa, no me fío de esas cosas aunque sean buenas y alegres, pero por tratarse de Novak es que estoy haciendo una excepción.

No tengo ni idea de a donde podría llevarme, tuve que vestirme a ciegas gracias a su idea impertinente. Opté por unos jeans grises con rasgaduras en la parte de las rodillas, una blusa delgada color tinto con manga larga que dejaba la parte de la clavícula y los hombros al descubierto, al igual que mi ombligo. Por último, me puse unas botas largas color negro y mi chaqueta de cuero. Gracias a Dios estábamos entrando apenas en la temporada de frío, por lo que mi atuendo me iba muy bien para soportar tanto altas como bajas temperaturas.

Espere a Novak fuera de mi casa, ya que me quería evitar todo un drama con mi familia como fue el presentarlo por primera vez ante ellos con un nombre falso. Noah Parrish fue lo primero que se me vino a la mente cuando mi padre preguntó por su nombre, también me tuve que inventar toda una historia que lo hizo quedar como un mártir ante mis padres, les conté una triste historia sobre un muchacho que desde muy pequeño vagaba por las calles sin familia que lo acogiera, un chico qué pasó hambre y frío por muchos años, y que a duras penas sobrevivió a todos los males de la humanidad. Lo que remató mi conmovedora mentira fue el momento donde les dije que su suerte había cambiado cuando entró a Las Calaveras, ya que ese fue el día en el que se dio cuenta de que ya no volvería a estar solo nunca más porque había encontrado a una familia. Claramente todos tuvieron el corazón caliente y apretado en cuanto terminé de narrar semejante historia, sabía que el punto débil de mi padre era el tema de la unión familiar y por eso no dude ni un segundo en llegarle por la yugular. A partir de ese día, Novak se ha vuelto un gran interés de mis padres, siempre me preguntan por él e incluso hay días en los que lo invitan a cenar. Ambos sabemos que en algún momento esto se nos saldrá de las manos, que la enorme bola de nieve llena de mentiras nos caerá encima y que nuestros padres nos terminaran odiando por el resto de sus vidas, pero somos tan imbéciles como para no darle importancia y seguir concentrados en nosotros. 

Todo esto es nuevo para mí, nunca me había dejado influenciar tanto por alguien, mucho menos he dejado que la otra persona tome las riendas de la relación.

« ¿Relación? ¿Novak y yo tenemos alguna relación?» pregunta mi subconsciente. Ni siquiera sé qué estoy pensando, hasta parece que ya estoy delirando. Dios mío, ¿En qué me has metido?

De pronto, escuchó el rugido de una moto acercarse y no podía ser nadie más que él. Venía con jeans azul oscuro bastante ajustados, al igual que su camiseta negra que estaba cubierta por su chaqueta, pero lo que terminó por matarme fue el momento en el que se quitó el casco, dejando ver su perfecto cabello rubio haciendo contraste con sus ojos azules y su increíble sonrisa.

¡Maldito seas Novak Keller!

-       Vaya Tate, estás... - detiene sus palabras para mirarme de arriba a abajo. -Hermosa.

-       Gracias- respondo o tratando de ocultar una pequeña sonrisa que amenaza con salir de la comisura de mis labios. -Tú tampoco estás nada mal Keller.

-       ¿Eso fue un cumplido Brooks?

-       Nah, simplemente trataba de ser educada.

Vi como soltaba una risita y no pude contener más la mía.

-       ¿Lista bonita?- pregunta al ofrecerme un segundo casco.

-       ¿Y a dónde piensas llevarme?- lo tomo pero no hago nada más que verlo a los ojos.

Enemigos Perfectos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora