Novak
No tengo tiempo que perder, sé que Tate no estará esperándome toda la vida y mientras más tiempo dejé pasar sin explicarle lo sucedido, más será su odio hacia mí. Quisiera tener la seguridad de saber que me perdonara al instante, que olvidara todo y hará como si nada hubiera pasado, pero si conozco bien a mi chica sé que me dará pelea hasta el último segundo. Una de las cosas que más me enloquecen de ella. Cualquier otro chico creería que estoy completamente loco por no tomar la última oportunidad que tengo para alejarme, me diría que la mejor decisión que podría tomar es dejar las cosas como están y conseguirme a otra chica, pero yo jamás podría renunciar a mi bonita. Tate no es fácil de manejar, ella me reta y no se inmuta al momento de decir lo que piensa. Creció, maduró y se convirtió en una mujer impresionante. Nunca me hubiera imaginado que yo sería tan afortunado en tenerla, de romper todas sus barreras y ser sentimentalmente correspondido por ella. Ambos estábamos viviendo una fantasía, estando ocultos ante la vista de todos y teniendo esta doble identidad para no ser descubiertos por nuestras familias. Tal vez este pequeño desliz entre nosotros servirá para ser honestos de una vez por todas.
No soy muy bueno en cuestión de pedir perdón, nunca me he visto envuelto en una situación similar, no sé qué se supone debo de hacer o como tengo que llegar. Tate piensa que ella está viviendo algunas primeras experiencias conmigo, pero en realidad soy yo quien está descubriendo muchas cosas a su lado.
Creo tener la idea perfecta para llamar su atención. Ella no se destaca por ser una chica simple, ni tampoco por darle una oportunidad a cualquier, por lo tanto, debo poner mi mayor esfuerzo en algo que la cautive sin ser demasiado excesivo. En este momento me dirijo a la casa de Theo, ya que necesito algo que sólo él posee y ese artefacto podría ayudarme a conseguir el perdón de Tate. No tardé nada en conducir a toda velocidad por media ciudad hasta llegar a su casa. Estacioné la moto en frente de la entrada y sin desperdiciar ni un sólo segundo más, bajo de ella y doy un pequeño trote hasta llegar a la puerta. Toqué con fuerza tres veces y pos suerte Theo abrió la puerta en respuesta.
-¿Novak? ¿Qué estás haciendo aquí amigo?- pregunta consternado. -Creí que estarías con tu chica en la fiesta de Las Calaveras.
- Era más bien el cumpleaños de su abuela, pero algo se presentó- le explico. -Tate y Kerstin se encontraron.
- Ay mierda- abre más los ojos por la sorpresa. -Me imagino que la rubia le dijo todo a tu chica.
- Así es.
- Doble mierda.
Puede que no haya tenido mucho contacto con mi familia cuando estuve lejos, pero en las pocas veces que hablaba con Theo pude contarle sobre mi relación con Kerstin. Gracias a Dios nunca supo lo de mi compromiso, de lo contrario él hubiera tomado el primer vuelo directo a Hamburgo sólo para golpearme fuertemente en la cabeza, creyendo que así desistiría de mí decisión. Theo Harris no conoce las palabras: relación, compromiso y fidelidad, para él todo es diversión y chicas de una sola noche. No puedo decir que comparto su misma ideología, nunca me ha llamado la atención de ser así de patán, pero hay chicos que disfrutan vivir la vida de esa forma y yo jamás podré entender el porqué. Mi mente y mi corazón ya están ocupados por una chica castaña, de ojos café claro que pueden robarte el aliento y unos labios que te llevan directo al mismo cielo.
- Bueno, pasa- se mueve de la entrada, dándome espacio para entrar. -¿Qué puedo hacer por ti primo?
- Necesito que me prestes a Ruby.
- Vayaaa, la pelea estuvo gruesa ¿eh?- me da un ligero codazo en el brazo izquierdo.
- Sí, requiero de toda la ayuda posible.
- Está bien, iré a habitación a buscarla, ya vuelvo.
Por los siguientes cinco minutos mis únicos acompañantes eran mis pensamientos, haciéndome darle vueltas una y otra vez al plan que ya había concretado. De verdad espero que funcione porque de otra forma lo único que me queda es suplicar de rodillas.
- Aquí tienes amigo- me entrega un estuche alargado color negro.
- Gracias, te debo una enorme.
Sin más que decir, camino hacia la salida apresuradamente.
- Sabes, no entiendo que tiene de especial- las palabras de Theo me detienen justo cuando tomé la manija de la puerta. -Me refiero a ¿Qué tiene de diferente a otras chicas? ¿Pezones de sabores?
- ¿Qué diablos acabas de decir?- me giré lentamente.
- No me malentiendas, Tate es hermosa- levanta las manos en defensa. -Joder, de hecho es la chicas más ardiente que he visto en mi puta vida, pero ¿no crees que exageras demasiado?
No dije nada, al contrario, me mantuve callado mientras trataba respiraba profundamente, tratando de recuperar la calma antes de actuar por impulso y arrepentirme.
- Te aseguró primo, Tate no es la única chica con un coño apretado que estaría dispuesta a abrirse de piernas para ti- dijo entre risas.
No pude contener la rabia y furia que su elección de palabras me causaron. Sin detenerme ni un instante a pensar en las con exigencias, lleve el estuche negro debajo de mi brazo izquierdo mientras que cerraba mi mano derecha en un puño, el cual balanceé en el aire hasta que aterrizó directamente en la mandíbula de Theo. El fuerte impacto hizo que él cayera de inmediato al suelo y vi cómo llevaba su mano hacia la comisura de su boca, tocando suavemente hasta descubrir aquella mancha roja de sangre.
- ¡Qué demonios Keller!- reclama al levantarse.
Le di la espalda y volví a tomar mi camino hacia la salida.
- Si vuelves a insultar o a decir cualquier otra estupidez sobre Tate te juro que voy a olvidar que eres mi familia- lo miro sobre el hombro.
- ¿Es una amenaza?
- No, es una advertencia.
Abro la puerta y le doy un fuerte azote al salir. Ya es tiempo de recuperar a mi niña bonita.
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Enemigos Perfectos
Teen Fiction¿Aliados o rivales? ¿Amigos o enemigos? ¿Amantes o desconocidos? Tate Brooks, una chica que se ha dedicado a ser fuerte, ruda e indomable, cree que el amor es un sentimiento vacío y sin ningún significado, pero todo eso puede cambiar cuando la vida...