A D V E R T E N C I A
Este extra contiene escritos +18. Se narran escenas subidas de tono y se describen situaciones que podrían incomodar al lector. Se recomienda discreción. Si no sueles leer este tipo de cosas y no es de tu agrado, sal de aquí y busca algo que te guste.
Disfrútenlo.
.
.
.
.
El calor abrazador de Canadá me tenía sofocada. Mudarnos a Canadá después de la transformación fue la idea más estresante que Callum pudo haber tenido. Y a pesar del frío que se siente en la mañana y noche, durante en día veraniego es una verdadera tortura. Siento que estoy en un horno.
Literalmente.
Los chicos habían estado algo distantes. Después de la transformación he estado de muy mal humor. Solo algunas veces podía hablarles sin enojarme. La constante sensación de estar húmeda me atacaba todo el tiempo. Cosa que tampoco les había comentado.
Me miré en el espejo del baño y suspiré. El traje de baño que había elegido se me estaba haciendo tan cansino. La calle mezclada con el sudor constante que estaba teniendo me tenían muy estresada. Era cuestión de tiempo para que me diera cuenta de que con la transformación también venían más cambios aparte de los físicos.
¿Cómo cuales?
Constante sudoración innecesaria.
Dolores de cabeza constantes.
Mal humor repentino y...
La que peor me tenía.
Humedad en el área íntima constante que me sacaba de mis casillas.
Tienes tres chicos en tu casa, no follas porque no quieres.
Si bueno, consciencia, tampoco es que voy a estar de arrastrada detrás de ellos. Literalmente quiero tener sexo todo el tiempo, voy a parecer una zorra.
Pero...
Cállate.
En fin, solo necesitaba controlarlo. Podía hacerlo, ¿Cierto? Solo serían unos días hasta que mi cuerpo se adapte al veneno y...
Mi mirada pasó por mi figura en el espejo. El abdomen al descubierto, la fina tela del traje de baño, la piel expuesta tocada por la luz de la ventana del baño.
Suspiré.
Dios, mi pelvis estaba palpitando.
Mi mano actuó por instinto, bajando por mi abdomen y rozando el area de la pelvis hasta llegar al inicio del traje de baño.
¿Debo hacerlo?
Más importante, ¿Soy capaz?
Me miré en el espejo de nuevo. Ya no soy Marianne, la chica tímida que se dejaba pisotear y no tenía amigos. Soy Mina, una demonia. Y puedo darme placer si así lo quiero.
¿Cierto?
—¿Quieres que te folle? —susurró la voz caliente de Callum—, Oh si quieres. Estas tan húmeda.
ESTÁS LEYENDO
Los ojos del demonio | Libro I | ⎷
FantasíaLa fantasía es eso que todos adoramos. ¿Por qué? Bueno, es sencillo. La fantasía nos permite ver algo más allá de nuestra realidad. Crear eso que nos libera, cualquier cosa, hasta la más simple situación donde distraernos y entretenernos. Maryann...
