7

1.2K 148 48
                                    


Intento fallido

—¿Te sientes mejor? —preguntó la voz de Callum detrás de mí.

Me giré a verlo aún con mis manos temblando por lo que había sucedido.

—Mierda —murmuró el viendo la marca que tenía en mi cuello—. Lo lamento Marianne.

—No fue tu culpa —respondí sintiendo la garganta aún un poco carrasposa.

—Debí haberle contado todo a Owen desde el inicio. Fue mi culpa —se lamento pasando su mano por el área afectada. Me aleje de él por instinto.

—Tienes explicaciones que darme.

—¿Qué? —la extrañeza en su rostro era notoria—, ¿De qué hablas?

—De el video del chico. Necesito que le cuentes todo. Deje mi vida para estar aquí y si no vas a ser honesto conmigo yo...

—Mary, te contaré sobre ese idiota. Pero no ahora, no puedo hacerlo ahora. Y por nada de el mundo, menciones esos nombres aquí. ¿Entendido? —asentí casi al instante—. Iré a hablar con mi hermano.

—¿Y yo donde me quedo?

—Aquí, nada te pasará. Si llega a suceder algo tira un grito, Reece es más rápido que yo así que llegará antes.

Oh genial, al de los ojos de búho le debo mi vida.

No hice más y decidí sentarme en la cama a pensar un poco. Necesitaba entender todo de una vez.

Mi hermano había estado viendo a alguien al igual que yo, una tal Katherine. Yo empecé a ver a Callum de un día para otro. Mi hermano empezó a tener una obsesión por Katherine y acabo enamorándose de ella. Y llego al nivel en donde quería ser como ella, convertirse en un demonio.

Y ahora, por enterarme de tal oscuro secreto para no morirme de manera definitiva debo unirme a ellos.

"Son peligrosos, no te les acerques".

¿Estaría diciendo la verdad aquel chico?

Bueno, fuera cierto o no yo ya estaba muy jodida. Aquí estaba. En el territorio de ellos. En un bosque donde ni siquiera se que es. En una mansión que fácilmente sería la de un narcotraficante.

Y para el colmo, rodeada de demonios hasta el culo.

Sin mencionar qué hay uno de ellos al que aparentemente no le caigo muy bien.

—¿Te dejó aquí sola? —soltó una voz grave desde la puerta. Me encogí en mi lugar al darme cuenta de que era el chico que me había tirado a la pared. Inconscientemente mi mano fue a parar a mi cuello.

No le respondí, no podía.

Tenía un nudo en la garganta enorme, hasta sentía que no podía respirar.

—Genial, te comió la lengua el ratón. ¿Es que solo puedes hablar cuando él te lo ordena? —no volví a responderle, vi como intento hacer contacto con mi mirada pero yo lo esquivé—. Es impresionante como Callum se dedica a joderle la vida a los demás. Enserio, es digno de un premio.

¿Joderle la vida a los demás?

—Al menos el no me ha intentado ahorcar —no se como reuní el valor para decir aquello, pero lo había dicho. Y parecía haberlo enojado porque sus ojos color sangre cayeron en mi de nuevo con furia.

—Si intenté hacerlo una vez no lo dudes que lo haría dos veces. Ahora estamos solos y no habría nadie que te salve a ti y a esa bocota tuya.

—¿Qué fue lo que hice para que quieras matarme? Siquiera y te conozco.

Los ojos del demonio | Libro I | ⎷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora