¿También te lo follaste a él?—¿Piensan quedarse así todo el día? —cuestiono una voz molesta desde la puerta.
Relamí mis labios y estrujé mis ojos con pesadez. Mi mirada borrosa me dio la bienvenida por la falta de mis anteojos. Dirigí mi mirada a la mesita de noche y para cuando me quise mover a tomar los anteojos no pude moverme.
Me quede pasmada.
Tenía un brazo alrededor de mi cintura, sosteniéndome con posesividad.
Recordé la charla de anoche, la persona que me calmó en mi ataque de llanto.
Owen.
Sus brazos fuertes me tenían sujeta y apegada a él. Casi me desmayé ante la idea de que estábamos en la famosa "cucharita".
Vi a la persona que había hablado, Marina estaba ahí de pie con sus manos en jarras y viéndonos. Supuse que tenía el ceño fruncido cuando vi que sus cejas estaban muy juntas.
—Owen —susurré intentando llamar su atención antes de que ella hablara de nuevo—. Owen despierta.
—Cierra la boca Mary, es temprano todavía.
—Owen, Marina está aquí.
—Ajá, me la pela. ¿Ya está el desayuno? Si no seguiré durmiendo.
—¡Owen estás en la misma cama que yo, pueden pensar mal!
—No veo porque pensar mal, estamos vestidos y completamente bien. No hay motivos para hacer escándalo.
—Escándalo el que armará Callum si los ve.
—Vete a cocinar Marina —gruñó el apegándome a él de nuevo. Rechine mis dientes viéndola, le di una mirada avergonzada pero ella mantuvo su posición.
—Bajen antes de que Callum llegue de correr.
Y sin más salió de allí dejándonos solos.
Solté un suspiro de cansancio.
¿Es que no puedo dejar de meterme en problemas?
—Te tensaste —dijo detrás de mi cuello—. Antes de que ella llegara estabas completamente relajada. ¿Cómo dejas que una simple sirvienta influya en tu vida de esa manera?
—Ella no solo es una sirvienta, los quiere —intenté apartarme a lo que el se negó apretándome aún más.
—Si... Nos quiere para que la convirtamos. Es lo único que quiere de nosotros. Bueno... Solo le interesa más Reece. Le gusta desde que entro a trabajar aquí.
—Bueno, también me di cuenta de eso —murmuré recostándome de nuevo.
—¿Estás celosa de Marina?
—No.
—Si tú lo dices —murmuró poniendo su rostro en el hueco de mi clavícula haciéndome estremecer—. Por ahí viene un mal humorado demonio.
—¿Cómo lo sabes?
—Tres, dos, uno...
Y la puerta de abrió de golpe dejando ver a Reece. Y no solo a Reece, Callum venía tras de el al igual que Marina.
Todos ahí, mirándonos con sorpresa.
Todos menos Marina, ella nos veía con...
¿Desprecio?
—¡¿Qué diablos esta pasando aquí?! —bramó Callum.
—Dormimos hermanito, o al menos eso hacíamos hasta que llegaste y...
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Los ojos del demonio | Libro I | ⎷
FantastikLa fantasía es eso que todos adoramos. ¿Por qué? Bueno, es sencillo. La fantasía nos permite ver algo más allá de nuestra realidad. Crear eso que nos libera, cualquier cosa, hasta la más simple situación donde distraernos y entretenernos. Maryann...