Capítulo XIX

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Capítulo XIX

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Capítulo XIX

Cuando Strange abrió el portal hacia Berlín, los recibió un pandemonio en las calles. El agujero negro había destruido ya los edificios del gobierno y aquellos que lo circundaban. La fuerza gravitacional arrancaba los adoquines de las calles, arrastraba vehículos y destruía los rascacielos como si estuvieran hechos de galleta, desmigajándolos en cosa de minutos. La gente corría, intentando alejarse, empujando a los demás en su desesperación por huir mientras el agujero crecía y crecía a una velocidad insólita. El equipo permaneció un par de segundos atónito, observando aquella enorme masa negra que amenazaba con destruirlo todo. Sin embargo, no había tiempo para eso. Stephanie fue la primera en sobreponerse al asombro. Se adelantó un par de pasos y el viento zarandeó su cabello mientras ella observaba a su alrededor.

─ Lo principal es evacuar a la gente. Natasha, tú y James apoyen a la policía local y asegúrense de que todos se alejen lo suficiente. Steve, Nate y yo permaneceremos en tierra. Wanda, Stephen y Tony, ocúpense del cielo. Tenemos que contener esto, y rápido─ ordenó, recibiendo un breve asentimiento de sus compañeros.

─ Cuídense─ agregó Steve, observando a Natasha de reojo. Todos asintieron y Stephanie apretó brevemente la mano de su esposo antes de echar a correr en dirección al agujero negro.

La dinámica fue similar a la que habían utilizado en África. Lo primordial era proteger a la población, evacuarla lo más rápido posible y contener al agujero negro antes de que se hiciera demasiado grande y ya no pudieran contenerlo. Strange y Wanda cubrieron a la gente que huía, ella con un escudo hecho por sus poderes y él, abriendo portales para enviarlos a lugares lejanos, donde estarían a salvo. Natasha y Bucky guiaban a la gente a los portales, agilizando la evacuación. Mientras tanto, Steph y Steve subieron a la azotea de un edificio, mientras que Tony y Nate se encontraban sobre la terraza de un rascacielos cercano. La fuerza gravitacional los jalonaba con fuerza, pero, ya ellos se habían asegurado a las estructuras.

─ A mi señal...─ dijo Steph en el comunicador y todos esperaron, tensos, el momento de soltar los anillos. La mujer esperó a que la fuerza fuera más potente y cuando sus cuerdas de vida estaban tensas, supo que era el momento correcto─ ¡Ahora! ─ gritó y los cuatro pusieron en funcionamiento los dispositivos mejorados de Tony.

Los aros se desplegaron y pronto habían rodeado al agujero negro, aislándolo. El viento se hizo más débil cada vez y Tony alzó el vuelo, lanzando el contenedor al primer aro, el más cercano a la tierra. Éste se abrió exitosamente y absorbió aquella masa capaz de devorar hasta la luz, neutralizando su poder y encerrándolo, de modo que ya no fuera capaz de hacer más daño. Al escuchar el sonido característico del contenedor al cerrarse, todo el equipo suspiró, aliviado. Sin embargo, Stephanie alzó la vista al cielo, convencida de que aquello había sido demasiado fácil. Entrecerró los ojos y Steve se le acercó cautelosamente, mirándola con curiosidad.

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