Capítulo X
A Steve nunca le había gustado la Torre Stark. La consideraba una fea cicatriz en el rostro de Nueva York, pero, ese día, en ese momento, le pareció como un faro de esperanza elevándose hacia el cielo. Sobre la plataforma de aterrizaje estaba ya esperándolos un equipo médico dispuestos a atender a Natasha de inmediato. Steve cargó a Natasha en brazos mientras que Clint sostuvo el tanque de oxígeno para poder descender con ella sin interrumpir el poco flujo de oxígeno que aún la mantenía con vida. Detrás de ellos bajaron los demás, arrastrando a Danchev, quién había permanecido en silencio todo el viaje. El ver a Natasha cada vez más pálida parecía divertirlo y tenía a todo el equipo con los nervios crispados. Acomodaron a la espía en la camilla con que la esperaban y corrieron hacia el ala médica, contando los segundos para poder salvar su vida.
Nathaniel se acercó al búlgaro y posó una mano pesada sobre su hombro, llamando su atención. Danchev se giró hacia él y Nathaniel le dedicó una media sonrisa que activó todas sus alarmas.
⸺Ahora, amigo mío, tú y yo vamos a hablar...⸺ le dijo en tono amistoso, pero, el firme agarre de su mano alrededor de su brazo y el fuego de sus ojos le dijo que aquella conversación sería todo menos amistosa.
Mientras tanto, Steve corría junto a la camilla de Natasha, desesperado al verla cada vez más amoratada. Sus manos se habían inflamado, al igual que sus párpados. No parecía ella, para nada. ¿Dónde estaba la mujer desafiante, segura de sí misma y bella como ninguna? No podía ser ella, no debía ser ella. Por primera vez, desde lo de Tony, sintió miedo, miedo real de perder a alguien de su equipo y le sorprendió que el hecho de que fuera Natasha lo afectara de ese modo. El miedo le había invadido las entrañas y se había instalado dentro de él, dejándole un grito atascado en la garganta que no lo dejaba respirar con normalidad. Era una sensación pesada, incómoda, desesperante y aterradora. Lo ocupaba todo dentro de él y no lo dejaba pensar con claridad.
Intentaba decirse a sí mismo que todo saldría, que Natasha estaría bien, que sólo sería una más en la larga lista de ocasiones en las que ella no había seguido sus órdenes y se había puesto en peligro. La espía saldría en un par de días del hospital y él la miraría con alivio disfrazado de enfado, ella se disculparía a su modo y todo seguiría igual. Cuando las enfermeras le dijeron que no podía seguirlas, retrocedió a paso lento y se dejó caer en uno de los sillones de la sala de espera, pasándose las manos por el cabello en un gesto de profunda desesperación.
A su lado, Clint lo miraba con la misma derrota y el mismo miedo pintado en el rostro.
⸺ Ella estará bien, ¿verdad? ⸺ preguntó el arquero y Steve asintió con toda la convicción que fue capaz de reunir de entre su miedo.
⸺ Claro que sí. Tiene que ponerse bien⸺ murmuró, más para sí mismo que para su compañero⸺ Ella tiene que estar bien...
Clint ladeó ligeramente el rostro al escuchar el tono desesperado con que Steve lo había dicho y no pudo evitar preguntarse el porqué de aquella angustia que parecía estar consumiendo a su compañero. Ellos se llevaban bien, eran buenos compañeros, pero, pasaban tres cuartas partes del tiempo discutiendo. Sus caracteres eran tremendamente diferentes y eso provocaba la tensión que siempre parecía estar presente entre ellos. Por un momento se permitió teorizar que quizás, esa tensión no lo fuera tanto, que quizás, ellos estaban escondiendo algo. Pero, todo eso sonaba poco probable. Natasha no era una mujer que buscara una relación y Steve no podía estar más apegado a un fantasma de lo que ya lo estaba... eran como el agua y el aceite. No, no era posible.
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Whatever it takes
Science FictionVolver atrás no será una opción si quieren salvar todo lo que aman... ¡Muchísimas gracias a mi Eli querida por la hermosa, hermosa, hermosa manip que hizo por mi cumpleaños! Dedicado con amor a mis niñas del #S.S.R.A