Capítulo VIII

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El capítulo de hoy va dedicado a una personilla muy especial... ¡que cumple años el día de hoy! (y que me lo pidió como regalo de cumpleaños) ¡Feliz cumpleaños, querida Nikki-Nik! Que tus diecinueve sean mucho mejores que tus dieciocho, que todo sea maravilloso para ti y que todos tus proyectos se hagan realidad...   

Capítulo VIII

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Capítulo VIII

Natasha corrió con el ceño fruncido por los pasillos, intentando llegar a la sala de control, donde suponían tenían el arma. Sabía que ellos lo echarían a perder, pero, jamás imaginó que sería tan rápido... ni siquiera habían entrado a la planta cuando aquella mujer había acabado con el factor sorpresa y arruinando así sus posibilidades de infiltrarse y lograr un trabajo más limpio. Al ver al primer guardia, se arrojó al piso y lo barrió de una patada, terminando de noquearlo con un certero golpe en la mandíbula. Le saltó al cuello al segundo, electrocutándolo para deshacerse de él con rapidez. Uno a uno fue deshaciéndose de ellos sin problemas. A diferencia de sus inútiles compañeros, ella sí sabía moverse en silencio. Se aproximó en silencio a la sala de mando, esperando encontrar más resistencia, pero, al ver el lugar limpio, frunció el ceño, confundida.

⸺ No hay nadie aquí⸺ anunció en el intercomunicador y se dedicó a registrar el lugar en busca de alguna pista, de un indicio que le dijera dónde habían escondido el arma.

Revolvió los papeles y revisó las computadoras, en busca de algo que le dijera qué es lo que planeaban, pero nada. Un aroma extraño la alertó de que algo pasaba. Terca como era, no había querido usar aún la máscara, pero, el gas se extendía con rapidez y ella comenzó a sentirse mareada. Se llevó las manos al rostro y aguantó la respiración, para luego buscar con torpeza la máscara en su cinturón. En ese momento, la puerta se abrió con violencia y una figura borrosa la cogió por un brazo y la arrastró hacia la salida. Alguien le acomodó la máscara sobre el rostro y respiró agitadamente, buscando por todos los medios recuperar el aliento.

En cuanto pudo enfocar la vista, se encontró con los preocupados ojos de Stephanie, quién le cogió el rostro entre las manos, intentando llamar su atención. La veía mover los labios, pero, no podía escuchar lo que decía. Sacudió la cabeza intentando alejar la modorra que se apoderaba de ella segundo a segundo y la pesadez de sus miembros. Sus músculos parecían volverse de gelatina y no pudo resistirse cuando la mujer la sostuvo por debajo de los brazos y la jaló con ella, arrastrándola por los pasillos. Un guardia salido de la nada se les cruzó en el camino y las apuntó con una ametralladora. La capitana se arrodilló y las cubrió a ambas con su escudo.

Las cargas de munición se dejaron sentir sobre ellas por unos segundos, hasta que un golpe sordo y una exclamación interrumpió el ataque. Stephanie se asomó por la orilla del escudo y suspiró aliviada al ver a Nate. El hombre se les acercó con rapidez y la ayudó a cargar a la pelirroja quién había perdido el conocimiento en algún punto.

⸺ ¿Estás bien? ⸺ le preguntó, observándola con cuidado.

⸺ Sí, estoy bien. Alguien activó el arma en la sala de control y Natasha lo inhaló. Sácala de aquí... al parecer es más peligroso de lo que pensábamos, tenemos que llevarla a la base de inmediato⸺ Nate asintió y se acomodó a la mujer entre los brazos, observando a su esposa con preocupación.

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