Capítulo XII

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Capítulo XII

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Capítulo XII

⸺ ¿La qué? ⸺ exclamó Tony, dejando caer la mandíbula. La chica sonrió y posó una mano sobre su hombro, mirándolo con amabilidad.

⸺ La Vida, Tony. Ella es la deidad detrás de toda la vida de este y todos los universos...⸺ explicó Strange, dejando a todos boquiabiertos.

⸺ Y ella fue la que trajo a Natasha de vuelta hace unas horas. Se apareció en su cuarto... y la trajo de regreso. No sé cómo, no sé por qué, pero lo hizo. Yo la vi⸺ relató Steve y Tony se pasó una mano por la frente, sobrepasado por todo ello.

⸺ Bien, ahora sí que lo he visto todo...⸺ murmuró, nervioso. Los demás continuaban mirando la escena con una mezcla de incredulidad y maravilla. Estar frente a la Vida misma era una cosa tan extraña, tan bizarra, que parecía sacado de un sueño o de la mente de un loco⸺ ¿Y cómo se supone que tenemos que decirte? ¿"Mi señora" como el señor rarito aquí? ¿Tienes algún nombre que no sea "Vida"? Se me hace muy raro llamarte así...

⸺ Puedes llamarme Aisha, si te parece más cómodo. Significa Vida en uno de sus idiomas. Respondiendo a tu pregunta anterior... es una larga historia, Tony. Una muy, muy larga historia, la verdad⸺ ella se alejó del ingeniero y deslizó una mano por sobre la pared, mostrándoles una imagen del universo⸺ En el comienzo, el Creador formó los Trece Universos y con ellos, nacimos mi hermana y yo. Yo, con la capacidad de dar vida a las criaturas que él imaginaba y ella, con la capacidad de quitárselas. Todo estaba en equilibrio. Fueron buenos tiempos...⸺ murmuró, mostrando una verde pradera en la que pululaban unos animales extraños y la naturaleza florecía. Aisha suspiró y volvió a su relato⸺ Después de nosotras, nacieron los dioses y las deidades y a ellos se les fueron asignados a sus propios reinos. La diosa de uno de esos reinos era Aelyanna. Su poder era poder viajar entre dimensiones y ella se transformó en mi aliada. Ella me abría paso entre los Universos y a cada uno de los reinos, ayudándome a ampliar la creación. Ella era una regente justa y su pueblo prosperaba, sin embargo... un día, la enfermedad llegó a su mundo y con ella, mi hermana tomó posesión de su reino. Aelyanna me rogó que la ayudara, pero... no había nada que yo pudiera hacer. Nadie puede interferir en los designios del Creador, ni siquiera yo. Su mundo estaba condenado y con eso, ella también. Los dioses se alimentan de la fe de sus seguidores y sin ellos, caen en el olvido y mueren. Y, eso fue lo que creí que pasó con ella... pero, un día, llegó a mis oídos que uno de los Trece Universos estaba siendo destruido. Aelyanna me culpó a mí por la destrucción de su gente y decidió destruir a toda la creación para acabar conmigo...

⸺Entonces sí es tu culpa⸺ dijo Nate de pronto y todos se giraron a verlo. El espía se había puesto de pie y apoyó sus manos sobre el mesón, mirándola con rabia⸺ ¿Por qué no hiciste nada antes? ¡Esa mujer destruyó mi mundo por tu culpa! ¡Mató a nuestra hija, maldita sea!⸺ rugió, golpeando la mesa con sus manos. La mayoría de los ocupantes de la sala se giró a mirarlo con asombro. Ellos no conocían su historia, no sabían lo que ellos habían dejado atrás para llegar a su mundo.

⸺ Nathan...⸺ murmuró Steve, intentando llamarlo a la calma, pero, Nate no cambió ni un segundo su postura amenazante. ¿Dónde estaría Stephanie? Ella era la única que podía calmarlo.

⸺ Siento mucho lo que pasó con tu mundo... pero, yo creí que estaba impedida para hacer algo. Llevo siglos viendo como ella destruye lo que yo creé, impotente. Pero, lo que el Anthony Stark de tu dimensión hizo, me mostró que sí podía. Si unos mortales pudieron luchar con ella, contenerla, intentar detenerla, yo también podría... Por eso estoy aquí, Nataniyel. Podemos detenerla ahora, recuperar a tu Victoria...⸺ Nate volvió a golpear la mesa y la apuntó con un dedo.

⸺ No te atrevas a nombrar a Victoria. ¡No quiero que la nombres! ¡Ella no está por tu culpa! ¡Murió sola y asustada, lejos de sus padres y fue todo por tu jodida culpa! ¡Ty vsego lish' ublyudok! ⸺ gritó ya casi fuera de sí. Steve y Bucky se levantaron para sostenerlo, pero, en ese momento, la voz de Stephanie se dejó escuchar en la sala.

⸺ ¿Nate? ⸺ murmuró, mirando a su marido con los ojos llenos de lágrimas. El espía pareció desinflarse y se soltó del agarre de sus compañeros para acercarse a su esposa con rapidez. Ella salió a su encuentro y le sostuvo las mejillas entre las manos, dejando que las lágrimas le corrieran por el rostro. Ya Natasha le había contado todo y ella sólo podía pensar en lo que tener a esa mujer con ellos significaba⸺ No importa de quién sea la culpa, Nate. Lo que importa es que ella nos ayude y podamos recuperar a Tori, a Bucky, a Wanda y a todos los demás...⸺ tanto el sargento como la chica se tensaron en su lugar y compartieron una mirada, extrañados.

⸺ Lo sé, lo sé, lo siento, moya lyubov'⸺ respondió él y apoyó su frente en la de su esposa. Finalmente, suspiró y se giró hacia Aisha, muy serio⸺ Me disculpo, señora. No quise ofenderla...⸺ ella negó con un leve gesto y le dedicó una sonrisa.

⸺ Te comprendo. También yo tengo rabia... pero, tenemos que apuntarla al verdadero enemigo: Aelyanna tiene que ser destruida. No tenemos más opción⸺ sentenció y todos se pusieron de pie, muy serios de pronto.

⸺Pelearemos con usted⸺ aseveró Steve, externando el pensamiento de todos los presentes⸺ Vamos a ganar esta pelea, no importa lo que cueste.

En otro extremo del universo, Aelyanna se reclinó en su trono y jugueteó con un hilo de energía, deslizándolo entre sus dedos. El espejo que tenía frente a ella le mostró la imagen de la Vida hablando con los habitantes de la dimensión que sería su próximo objetivo. La diosa frunció los labios y la observó con rabia, recordando por un momento su gloria perdida. Recordó las verdes colinas de su mundo, la gente alta, sonriente, hermosa. Recordó los templos de mármol negro, el aroma del incienso, el murmullo incesante de las plegarias que la convirtieron en una de las diosas más poderosas de los Trece Universos. Ella lo había tenido todo. Y todo lo había perdido por culpa de esa mujer de apariencia delicada y ojos inocentes.

Ella no había hecho nada, por mucho que le rogó. La peste invadió a su gente, la convirtió en sombras dolientes. Las sonrisas mutaron en llanto y crujir de dientes, las plegarias en maldiciones y la belleza se tornó en desolación. Millones de personas, millones de inocentes murieron y ella no pudo más que observar, impotente, como su gente moría sin remedio. Vio a la Muerte sonreírle cuando el último niño cerró sus ojos y exhaló su último aliento. Y, eso fue todo. Las plegarias se extinguieron y con ellas, ella estaba destinada a perecer también, a desaparecer en el olvido... pero, la Muerte apareció y le ofreció una mano. Aún recordaba verla aparecer, envuelta en velos negros, sonriéndole.

⸺ Tu gente me prestó un buen servicio, querida... y, puedo leer en tus ojos que lo quieres es venganza. Si trabajas para mí, conmigo, podrás obtenerla. Necesito tu habilidad⸺ Aelyanna la miró, con los ojos arrasados de lágrimas e hizo lo que nunca había hecho en su vida: se arrodilló frente a otra diosa.

⸺ Haré lo que me digas...⸺ sollozó, rozando los pies fríos de la Muerte.

⸺ Ayúdame a viajar entre mundos. Te daré la libertad para cobrar todas las vidas que desees... podrás hacer con otros mundos lo que hicieron con el tuyo⸺ Aelyanna alzó la mirada hacia ella y sus ojos dorados resplandecieron como oro líquido.

⸺ Te juro que me cobraré multiplicado por mil cada vida que me arrebataron... te daré todas las que quieras...⸺ afirmó y la Muerte y la miró con una amplia sonrisa.

⸺ No tengo duda de eso...⸺ había dicho y Aelyanna había cumplido. Fueron millones los que murieron en su mundo y miles de millones los que ella había enviado a los dominios de la muerte.

Y, ahora, tenía a siete mil millones más en vista. Acarició a la serpiente de energía que rodeaba su brazo con su mano libre y le sonrió con dulzura.

⸺ Es hora de trabajar, amor mío. Ven, vamos. Tenemos mucho que hacer... 

Whatever it takesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora