Capítulo XXIII
Natasha entró a la habitación y observó al hombre sentado junto a la cama, sosteniendo la mano de su esposa con cariño. Su expresión era de cansancio, pero, aún así, no se había movido de su lado por tres días. La espía lo observó un momento, intentando ponerse en su lugar. Si hubiera sido Steve en esa cama, ¿estaría ella como él, esperándolo pacientemente, abnegadamente? ¿Y si hubiese sido ella la herida? ¿Steve habría esperado por ella, rogado por ella, llorado por ella? Era complejo lo que sentía en ese momento. Steve le gustaba y mucho. La conexión entre ellos era algo innegable y los momentos que había pasado entre sus brazos la habían llenado de paz y solaz. Era como estar en casa. Algo la atraía indefectiblemente hacia él y eso la asustaba.
─ ¿Cómo sigue? ─ preguntó, acercándose a la cama de la capitana para pensar en otra cosa.
─ Bien. La doctora dice que sólo está cansada, que despertará en cuanto se sienta mejor. Sólo hay que tener algo de paciencia─ respondió el espía, volteando a mirarla un segundo antes de volver a posar sus ojos sobre su esposa dormida.
Natasha asintió y se sentó junto a él, dejando escapar un suspiro pesado. La noticia del embarazo de Stephanie los había dejado a todos un poco descolocados. Era, a la vez, un rayo de esperanza y una maldición. El embarazo de la Capitana sólo complicaba las cosas. Aún no sabían qué había pasado con Aisha y Aelyanna luego de perderlas a través del agujero negro. Strange había intentado por todos los medios hacer contacto con Aisha, pero, no había tenido éxito. Por ahora, no se habían presentado más ataques, pero, nadie se atrevía a cantar victoria, ni a bajar la guardia. Todos se encontraban expectantes, esperando a recibir noticias, una señal, algo. Algo que les dijera que el peligro había cesado y que podían dejar de contener el aliento.
Si las noticias eran positivas, Tony podría intentar devolverlos a su mundo. Luego de la destrucción de la Torre Avengers, el ingeniero había puesto otro de sus edificios a la disposición del equipo. En el nuevo complejo, ubicado a las afueras de Nueva York, FRIDAY y él estaban reconstruyendo los dispositivos que habían mantenido en la Torre, esperando a un nuevo ataque. Sin embargo, no sólo el temor y la tensión reinaban en el ambiente; también la esperanza. Y debido a esa esperanza, Stark había comenzado con el proceso de recrear el dispositivo interdimensional que los había llevado a esa dimensión. Las cosas iban bien, pero, si ella estaba embarazada, el feto no resistiría y se convertiría en un peligro para ella. Un aborto en medio de un viaje interdimensional podría matarla.
─ ¿Has pensado qué harán con el bebé? ─ preguntó y el hombre dejó caer los hombros, preocupado.
─ La verdad es que no. Stephanie aún no sabe de su estado, eso es claro, y, la decisión pasa por ella. Es su cuerpo, su decisión. Pero, si te soy honesto, no sé qué hacer. Por un lado, me muero de ganas de regresar a nuestra vida, de volver a ver a mi hija... pero, por otro lado, no quiero arriesgar a Steph, ni al bebé. No sé que hacer─ respondió, con la voz rota y Natasha se arrepintió de haber preguntado.
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Whatever it takes
Science FictionVolver atrás no será una opción si quieren salvar todo lo que aman... ¡Muchísimas gracias a mi Eli querida por la hermosa, hermosa, hermosa manip que hizo por mi cumpleaños! Dedicado con amor a mis niñas del #S.S.R.A