Especial N°1: Tori

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¿Quién es?

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¿Quién es?

─ ¿Quién es? ─ preguntó Tori de pronto, apuntando a Steve.

El capitán acababa de entrar a la sala de estar y Stephanie volteó hacia él, boqueando, descolocada. Hasta ese momento, Victoria parecía adaptarse bastante bien en su nueva realidad. Al fin y al cabo, estaba rodeada de rostros familiares. Para ella, no había diferencias entre las personas de esta realidad con las que había dejado atrás. Ahí estaba su tío Bucky y su tía Wanda, su tío Tony, la tía Pepper... faltaban algunos y, no había más niños que ella alrededor, pero, aquello no marcaba una gran diferencia en su pequeña mente. Sin embargo, había dos personas que no sabía como encajaban en su familia. El día anterior no le había prestado mucha atención, pero, en ese momento, sus ojos estaban fijos en la figura del hombre.

Steve cruzó una mirada con Stephanie y ambos boquearon un momento, mirando a la niña sin saber muy bien qué decirle.

─ Es tu tío Steve. Es hermano de mamá y mío─ dijo Bucky, zanjando el asunto.

El hombre estaba sentado en la alfombra, peinando una muñeca e intentando hacerle coletas sin mucho éxito. Tori se había obstinado en que él jugara con ella y el sargento no supo decirle que no. Ambos rubios miraron al sargento y éste indicó a la niña con un gesto. Victoria seguía mirándolos con curiosidad, esperando la respuesta de su madre.

─ ¿Tío? ─ repitió la niña y Stephanie asintió, con una sonrisa tensa.

Victoria pareció darse por satisfecha con esa respuesta, porque asintió y se puso de pie, acercándose a Steve para abrazar una de sus piernas antes de salir de la sala a buscar a su padre.

─ ¿Por qué le dijiste eso, Bucky? ─ preguntó el capitán, dejándose caer sobre el sofá mientras el castaño se rendía con la muñeca y la dejaba sobre la alfombra, junto a los otros juguetes que Tony le había llevado esa mañana.

─ Es una niña, Steve. Ella no entiende lo que pasa, ¿qué ibas a decirle? ¿"Soy otra versión de tu mamá"? ─ Steve se lo pensó un momento. ¿Qué daño podría significar decirle a una niñita que era su tío? ─ Además, Steph y tú son idénticos. Pasan perfectamente por hermanos. Y ella ya cree que yo soy su tío, así que no le veo el problema. Te he considerado mi hermano más de la mitad de mi vida, ¿qué hay de malo con "oficializarlo"? Podemos ser una gran familia feliz, si eso es lo que ella necesita...─ Stephanie le sonrió, conmovida por su preocupación hacia su hija. Se giró hacia el capitán, buscando su mirada.

─ James tiene razón... Tori necesita estabilidad, al menos hasta que crezca y podamos explicarle lo que pasó en realidad...─ replicó. Steve negó, sin embargo.

─ No creo que sea necesario decirle. Ella tiene la suerte de no recordar lo que pasó y no necesita crecer con aquella tragedia sobre los hombros. La primera vez que hablamos me dijiste que podía considerarte como una hermana, que, después de todo, compartimos padres. Así que, ¿por qué no? Siempre quise una hermana─ sonrió, contagiando a Stephanie.

La mujer alargó una mano hacia él y Steve la cogió con cariño, estrechándola suavemente.

─ Gracias... a ambos. Por pensar en mi pequeña─ murmuró, con los ojos brillantes de lágrimas.

─ ¿Para qué está la familia? ─ bromeó Bucky, haciéndolos reír a ambos.

En ese momento, Nate entró con la niña en los brazos, mirando la peculiar escena con una ceja alzada. Entonces se fijó en la muñeca mal peinada junto al castaño y sonrió, burlón.

─ Dios, Barnes. Prométeme que no te dedicarás a estilista. No es lo tuyo...─ los adultos rieron, mientras Tori se retorció, obligando a su padre a dejarla en el suelo.

Corrió hacia Steve y le extendió los brazos, pidiéndole que la cargara. El capitán la alzó fácilmente y la sentó en su regazo, mirándola con una sonrisa.

─ ¿Muñeca? ─ dijo Tori y Bucky sonrió, extendiéndole la muñeca a Steve, quién la recibió con expresión de susto.

─ Tu turno, compañero.

─ ¿Qué pasa aquí? ─ la voz de Natasha llenó la estancia y los adultos se voltearon hacia ella, sonrientes. Tori, en cambio, la miró con curiosidad.

─ ¿Quién es? ─ preguntó y el desconcierto volvió a reinar en la sala. 

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