Capítulo 3: Un tenemos que hablar muy amargo

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Caminé a la cocina con mis pantuflas desgastadas de osito. Para mí desgracia  hoy me tocaba hacer el desayuno a mí. Todo gracias a las repartición de responsabilidad que había hecho con Ryan. Me puse a preparar todo y lo dejé sobre la mesa del comedor. Al terminar me propuse ir a el cuarto de los niños, pero el timbre sonó.

Caminé de vuelta por el pasillo para ir a la puerta. Justo en el momento que abrí la puerta mi boca casi cae al suelo con solo verlos allí parados. Los miré muy bien. No eran una pesadilla.

Juana, Juan–susurré.

Vuelves a la ciudad y no te dignas en avisar a tu amiga. ¡Que mala eres!–me negó con la cabeza Juana con una sonrisa.

Ah....bueno emm sí hola chicos-reí un poco- Pueden pasar–les hice espacio.

Estos entraron en el departamento. Me senté en el sofá y se sentaron frente a mí.

Ryan visita–le llamé con un grito.

Estar sola con ellos me ponía nerviosa de cierta manera.

Comencé una plática con ambos. Al rato llegó Sofía corriendo y se tiró en mis brazos, algo muy extraño en ella. La menos cariñosa de mis hijos era ella sin duda. La recibí en mis brazos y se recostó en mi pecho. A los pocos segundos se escuchó el grito de Ryan resonar por el departamento.

¡Sofía Alicia!–gritó a todo pulmón.

¿Qué hiciste?–le pregunté a Sofía, ella negó con la cabeza.

Leah mira el pelo de Max–se quejó Ryan bajando con el niño en brazos, el odiaba que Sofía hiciera esas cosas.

El pelo de Max estaba completamente lleno de crema. Todo blanco. Hecho un desastre. Solté una carcajada sin querer. Recuperé mi compostura y la miré.

Sofía, le pides perdón a tu hermano Max ahora. Hoy no tendrás postre. Eso no se hace y te lo he dicho ya michas veces-la regañe.

Sofía le pidió perdón a Max en su idioma, dijo algo como "pedon" y se fue corriendo por el pasillo. Ryan se dio la vuelta con Max. Los vi alejarse de nosotros y fue entonces cuando me voltee para ver a Juan y Juana.

¿A que debo su visita?-les pregunté finalmente.

Veníamos a ver a tus hijos y a que nos expliques muchas cosas-habló Juan.

Espera... Joan ¿Dónde está?-pregunté.

Sofía-grité antes de correr.

Corrí lo mas rápido posible para llegar al cuarto y cuando crucé la puerta un pote de crema iba hacia mi cara pero logré doblarme a tiempo. Miré detrás de mí, Upss pero le cayo a Juan todita.

¡Sofía!-exclamé- Tienes dos minutos para disculparte y buscarle algo para que se limpie-le hablé seria.

«Sí señores le estoy ordenando a una niña de 2 años»

Leah no es necesario-dijo Juan rápido.

Si es necesario Juan, debe aprender a comportarse. Juraría que a estos dos los cortaron con la misma tijera que cortaron al nacer a Mario-bufe.

*****

Es mejor que se lo digas a Sebastián, Leah te va a odiar si no lo haces-dijo Juana muy decidida.

Realmente no importa, pero jamás sabrá la verdad de porque me fui. Eso ya lo he decidido-les dije segura de mi misma.

Esa decisión la tomé hace mucho y no pemsaba cambiar lo que ya tenía muy claro solo porque volví.

Siempre Te ame [CEC #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora