Capítulo 14: Una Carta de Papá

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DEDICADO A: A todas las lectoras.

¿Cuándo me vas a soltar?-le pregunté.

Estaba cansada de todo esto. Me cansaba estar aquí siendo torturada. Estaba llegando a mi límite. Ya podía hablar con este hombre sin que me produjera un horrible temor.

No lo sé, creo que hoy-se encogió de hombros- Ya llevas una semana aquí. Tengo planeado que den contigo el día de hoy.

Hasta el maldito día en el que me rescatan tenía planeado el maldito psicópata este.

¿Por qué me has tenido tanto tiempo aquí? ¿Qué ganas?-pregunté.

Era estúpido todo esto, no me había hecho daño ni nada. Solo llegaba conversaba conmigo, se iba, me traía comida y ya no lo volvía a ver. Lo que hablaba eran solo cosas para seguir torturandome. Me decía como hizo sufrir a mí papá. Eso era todo lo que escuchaba en este martirio.

Sabes...para que veas que no soy tan malo te quería dar esto-me entregó una un sobre- La escribió tu papá antes de morir y yo me quedé con ella todo este tiempo por que siempre esperé este justo momento-me dijo con una sonrisa.

Este se acerco a mi para desatarme las manos y salió de la habitación aunque claro no sin antes poner seguro a la puerta.

Hola hija:

Nose si está carta llegué a tus manos algún día y en realidad nada me lo garantiza, pero si llegara a tus manos te enterarás de la verdad que tanto me había guardado. Una verdad que no te imaginas y lamento si llego a decepcionar.

Mucho tiempo antes de estar con tu mamá adopte a un niño. Es y sera por siempre el niño de mis ojos y a quien siempre cuidaré hasta que la vida me lo permita. En mis manos esta tenerlo a salvarlo. Mi responsabilidad era alejarlo de ese hombre.

Ese niño se llama Alex Rooder. A pesar de siempre estar con ustedes nunca lo abandoné y seguí enviando dinero. Jamás perdí el contacto con él. Siempre supe donde estaba y qué hacía. Siempre cuide de él.

Ese chico es tú hermano. Si recibes esta carta de seguro es por que yo ya estoy muerto. El hombre que me secuestro es su padre.

Siento mucho por no haberte contado. Estaba esperando que crecieras un poco más para decirte. En tu habitación hay una mesa si miras debajo de ella hay un libro, allí estan todos los datos de él. Búscalo ¡Por Favor!

Te Ama,

Tu papá.

Jamás lo olvides.

Esto tenía que ser una broma muy mala broma.

Alex Rooder

No, no, no. Alex no puede ser mi hermano, él no.

Es mentira-le grite- Esto no puede ser cierto. Alex no es mí hermano. Lo has inventado todo, esta no puede ser la letra de mi padre.

Sabía que el hombre no estaba en la habitación pero podía estar escuchando y en efecto, lo confirme cuando la puerta se abrió dejando ver a él hombre.

¿Yo que gano inventándolo? Dime-me preguntó esté.

-Yo que sé.

Es muy conmovedor ¿No crees? ¡Que pena muriera por salvarte a ti y a Alex!-empezo a reír.

Su maldita risa era aterradora. Podía producir un escalofrío en todo tu cuerpo aún si no se lo proponía. Desde que llegué aquí solo oía esa risa. Estaba segura que después de salir de aquí tendré pesadillas con esa horrible risa.

Eres un.....-me detuve al escuchar unas sirenas de policía acercarse cada vez mas.

Este se acerco rapidamente a mí.

Creo que es hora de salir-desató mis manos- Saluda a mí hijo. Aunque no se acuerde de mí lo quiero, pero tu papá me lo quitó-dijo con rencor en su voz- Sabes, maté a tu papá pero aún así le agradezco que allá salvado a mí hijo de mí.

Me había desatado mientras decía todo eso así que solo pensé en salir corriendo de allí. En el camino a la salida me encontré con un oficial que me saco de allí. Todo el lugar estaba repletó de oficiales. Al salir todos estaban allí. Lo peimero que pude pensar al ver a Alex entre la multitud fue correr hacía él. Sabía que todos estaban allí, pero no podía ocultar más como me sentía. Necesitaba gritarle aunque quizás el ni sabía que éramos hermanos.

Tú-dije llegando a donde él- Eres mí hermano. ¿Entiendes? Mi maldito hermano. Ese hombre que siempre te cuido era mi padre....nuestro padre y me acosté contigo-lo empecé a golpear en el pecho- ¡No puedo! ¡Te odio! ¡Te odio!

¡¿Qué?!-preguntó confundido- ¡Leah! Escucha, tranquila. No entiendo nada de lo que dices.

Aguanto mis manos con fuerza obligandome a mirarlo a los ojos dejándome ver tan expuesta y vulnerable como el mar de lagrimas que caían de mis ojos dejaba ver.

Mi papá fue el que te adoptó Alex-le entregué la carta que me había dado ese hombre- Estuvimos juntos y eres mí hermano. No quiero volver a verte, me siento horrible conmigo-me tiré de rodillas a llorar-Eres mí hermano. ¿Entiendes?-murmuré.

-Debe de haber un error Leah.

-No hay ningún error.

El me levantó del suelo y me abrazó a la fuerza. Comencé a empujarlo, golpearlo y gritarle. El solo se dejaba ser golpeado por mí sin decir nada más. Me abrazó aún mas fuerte y empecé a cesar mis golpes en su pecho.

Esto aún no se acaba–la voz de ese hombre me hizo voltear a verlo- Eso jamás pasará–gritó esté- Tú papá tiene la culpa de todo, él me lo quitó. Ahora tú pagarás por eso.

Todo el lugar se lleno de oficiales pero esta vez a nuestro alrededor. Nadie se movía de su lugar, era como si se hubiera congelado el tiempo. El muy maldito en sus manos llevaba un arma. Me paré justo frente de Alex.

Lo siento mucho hijo-dijo esté antes de disparar.

Sentí el impacto sobre mí. Me agache hasta coger mi abdomen y al mirarlo, empezó a sangrar. Caí al suelo de rodillas, pero al caer por completo sentí un golpe sobre mí cabeza.

Sebastián llegó a mí lado. Al menos pude decir "Te Amo" antes de cerrar mis ojos.

Lo último que escuche antes de caer fue otro disparo.

NOTA DE LA ESCRITORA:

Hola!

Maratón 5/5

Bueno aquí se acabó el maratón. Espero les haya gustado.

Creó que sera hasta la próxima que se sepa a quien le toco el otro disparo.

¿A quién creen que le dio el otro disparo?

Mensaje:

Si te ilusionas sueñalo, si te enamoras vivelo y si te dejan superalo.

Siempre Te ame [CEC #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora