Narra Leah:
Haber, haber si entiendo bien Sebastián-dije arrodillandome en la cama mientras agarraba una almohada para apretar y así poder nivelar mis altos instintos de histeria diabolica- Me estás diciendo que Joan estaba a las 3:30 de la madrugada llegando y tú no me avisas justo en ese presiso momento.
¿Hablas enserio Leah? De todo lo visarro que te describí solo captaste eso. No captaste lo de la falda o la peluca, ¡No! solo captaste que no te avise en el momento en que pasó todo-protestó Sebastián.
Si solo eso capte-dije rodando los ojos.
Ah claro y no captaste que tuve una dulce o amarga madrugada solo para que tú pudieras dormir al menos más horas en el día-dijo enojado Sebastián.
Se levantó de la cama y se metió en el baño bastante molesto. Bufe ya cansada de sus repentinos humores de mujer en sus días. Como sabia que no iba hablar ahora por que estaba enojado me amarré el cabello y fui a la habitación de Joan. Abrí la puerta y me encontré con mi encantador hijo hecho un asco. Busqué un vaso de agua y se lo tiré enzima.
¿Qué pasa?-preguntó agarrándose la cabeza.
Querido hijo tienes diez minutos para levantarte y bajar por una taza de café junto a una píldora. Si te tardas vendré yo por ti y no creo que quieras eso-le advertí.
Bajé como si nada hubiera pasado a la cocina para empezar el desayuno de todos. Saqué algunas frutas y las pique en trocitos, luego hice como diez tostadas y jugos de naranja. Empecé a poner los platos en la mesa y esperé a que todos bajarán. Karen y Sebastián bajaban con sus mochilas las cuales tiraron como platillos voladores hacía la puerta de entrada antes de llegar a mí.
¡Hey! Que les tengo dicho de tirar la mochila-proteste.
Buenos días mami-dijeron al unísono y como siempre ignorando mis regaños.
Esperé a que se sentarán y le di dos tostadas a cada uno bañadas en una buena porción de sirope. Sebastián ignoró las tostadas y empezó a comer de la fruta. Seguí preparando el desayuno de Sofía en lo que ella bajaba. Por lo regular de todos ella era la que mas se tardaba. Le saqué su yogur con frutas y las dos tostadas.
Buenos días mami-gritó Joan con todo el animo entrando al comedor.
Buenos días-le dije lanzándole la manzana de siempre.
Estás demasiado tranquila no crees. ¿Me debo de preocupar?-me preguntó Joan.
Ni creas que mi silencio no te va a llevar a un buen regaño y el castigo Joan. Porqué ya lo pensé muy bien lo que haré y si eres bueno para escapar de casa cuando no tienes auto propio no me quiero imaginar como le harás cuando tengas auto entonces te diré una cosa amorcito la compra de tu auto que prometió Sebastián se extiende dos meses más-le informé.
Ahh....no, no mamá-se quejó.
Si me replicas tendrás auto cuando puedas comprarlo por tus propios medios. ¿Entiendes?-le amenace.
Pero....-alce mis cejas mirándolo desafiante.
Toma la píldora y el café que están en la encimera-le advertí.
En ese momento escuché a los bebés llorar por lo que le pasé rápido por el lado para ir por los bebés.
Bajaré ya mismo para llevarlos a la escuela-les grité mientras subía las escaleras a toda prisa.
Subí las escaleras corriendo y entré en la habitación de los bebés. Al entrar me encontré con Sebastián que tenía a Lucas en sus brazos y le daba el biberón a Dylan que aún se encontraba en la cuna.
¿Sigues enojado conmigo?-pregunté acercandome a él.
No-contestó rápido.
No te creo-le dije acercándome para agarrar a Lucas en mis brazos.
Agarré a Lucas y lo empecé a mecer en mis brazos mientras buscaba la ropa que le iba a poner. De una vez saque la ropa de Dylan y se la pase a Sebastián.
Está bien, lo siento mucho Sebas. Siento mucho que te hayas enojado solo que lo primero que me paso por la mente es regañar al demente de mí hijo. Y ya lo hice-me queje.
Si me lo imaginé Sra. Regaños-dijo Sebastián riendo- ¿Qué le castigaste?
El auto no llegará hasta dos meses mas-le dije encogiendome de hombros.
¡¿Qué?! Leah ya compré el auto. ¿Dónde lo vamos a meter esos dos meses?-se quejó Sebastián.
Creo que quiero un auto nuevo-le mencioné con una sonrisa.
No puedes ser tan malvada-me dijo Sebastián con una ceja alzada.
Esta bien, traelo y ponlo frente a la casa para qur vea lo que pudo tener si se comportará como un jovencito normal-le dije.
--Eres demasiado cruel Leah.
Me encogí de hombros.
--Creo que mejor te regalaré un auto.
--No Sebastián ya no quiero auto nuevo.
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Siempre Te ame [CEC #2]
FanfictionSegunda Temporada CON EL CORAZÓN Si huyes de algo esperas que todo salga de acuerdo a tu plan. Leah Jones huyó de Sebastián Villalobos pensando que jamás lo volvería a ver. Luego de tres años ella no puede aguantar más el hecho de no ver a su madre...