¡Te toca!-le murmuré a Leah dandole un poco con mi brazo.
No, yo fui hace media hora-se quejó está.
Sí, pero yo tengo que trabajar mañana y no puedo seguir perdiendo horas de sueño-me queje yo.
Vale, voy yo-dijo adormilada.
Sentí como se levantaba por lo que me di la vuelta para quedar del otro lado. Cerré mis ojos y intenté seguir durmiendo pensando que Leah podría sola con los bebés, pero no fue así. En unos minutos ya el otro bebé estaba llorando. Me levanté con cuidado y caminé a la habitación de al lado para ayudarla.
Encendí la luz y me encontré a Leah en la mecedora con un bebé a un lado y el otro en el otro lado. A un bebé le daba la botella la cual sostenía con su quijada y al otro lo agarraba y lo mecía.
Ve a dormir, no sigas despierto yo puedo sola-artículo como pudo.
Yo quiero ayudarte y así avanzas más para que podemos dormir-le contesté.
Tú tienes que trabajar y yo no, lo mejor es que vayas a dormir-insistió Leah.
No importa yo quiero ayudarte-dije acercándome a ella.
Agarré a uno de los bebés en mis brazos y lo empecé a mecer. Unas cuantas mecidas y el bebé ya estaba dormido nuevamente. Leah puso el otros bebé en la cuna y encendió nuevamente los radios para bebés. Apagué las luces y ambos caminamos abrazados hasta la cama. Leah en cuanto puso la cabeza en la almohada se quedó profundamente dormida.
30 minutos más tarde....
Papi....papi levantate-abrí los ojos encontrándome con Karen.
¿Qué pasa?–le pregunté medio adormilado.
Tengo miedo-dijo está en un tono de voz como si hubiera estado llorando.
Me levanté de la cama y la agarré en mis brazos, sinceramente debería dejar de hacer eso ya que ella estaba grande, pero no quería pensar que mi chiquita estaba creciendo. La llevé hasta su cama y me acosté con ella. Empecé a hablarle hasta que se quedó dormida. Miré a un lado y Sofía dormía plácidamente sin saber nada.
Caminé de vuelta a la cama, pero escuché unos ruidos provenir de la planta de abajo. Caminé escaleras abajo y agarré un jarrón en el camino para defenderme. De la cocina se escuchaban pasos y una silueta se podía ver, encendí la luz y me encontré con Joan intentando entrar por la venta de la cocina.
Al verme su rostro cambio por completo. Creo que lo vi cambiar de varios colores.
Juro que lo puedo explicar...mira lo.....lo...lo....que pasa es que vine por.....por agua y había una ardilla en el jardín soy tan curioso que....que salí a verla, pero la puerta se cerró y no pude entrar luego......-lo detuve.
Creo que voy a hacer como que te creo todo lo que balbuceas. Voy a ignorar que estás un poco borracho, que no andas en pijama, que tienes una falda de escocés y una peluca rosada, que llevas delineador en tus ojos, que tienes una bolsa negra en la mano y bueno no llamaré a tu madre para que te mate-le dije- Mañana hablamos de esto.
No quiero imaginar que iba a pasar si Leah baja y lo en esas condiciones.
Gracias papito-me dijo feliz.
Lo agarré de sus brazos y lo arrastré como pude para ayudarlo a subir las escaleras. Tuve que esperar que subiera cada escalón con toda su calma. Cuando llegamos por fin a la habitación traté de que no hiciera tanto ruido para que no levantará a Sebastián. Así como estaba lo acosté en su cama.
Caminé de regreso a mi habitación y me lancé a mi cama. Cuando estaba por quedarme a dormir el radio sonó anunciando que alguno de los bebés estaba llorando.
Nooooo....Mis dulces madrugadas.
Necesito un descanso.

ESTÁS LEYENDO
Siempre Te ame [CEC #2]
Fiksi PenggemarSegunda Temporada CON EL CORAZÓN Si huyes de algo esperas que todo salga de acuerdo a tu plan. Leah Jones huyó de Sebastián Villalobos pensando que jamás lo volvería a ver. Luego de tres años ella no puede aguantar más el hecho de no ver a su madre...