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Vlad estaba en su casa, viéndose al espejo, tenía el torso descubierto, estaba viendo esa marca en su pecho, la marca que le recordaba que había matado a alguien <<Yo lo maté...>> pensó. Después recibió una llamada de la Reina Yav y tuvo que contestar.

—Hola Vlad ¿cómo viste a mis niños? —Yav y Vlad estaban en llamada.

—Pues niños no son —contestó Vlad—. Hoy les haré una visita sorpresa.

—Por favor avísame cualquier cosa, no los pierdas de vista por favor.

—Yav, deberías ir con Giana, te hará bien, y si no puedes, contrata a un terapeuta.

—Gracias por el consejo Vlad, yo te aconsejo que ayudes a los vrikolak, te necesitan ahora más que nunca.

—Eso es verdad, esos crímenes de odio son imperdonables. Bueno, me voy, te avisaré todo lo que vea y escuche.

—Gracias, amigo —sonrió—. Cuídate mucho Vlad.

Terminaron su llamada, Vlad tomó su abrigo y salió de su casa, se dirigió al departamento de Will.

Mientras, Zeki salió al balcón a ver la increíble vista, pudo ver el anillo rojo en el cielo, el movimiento y lo increíble que era la Ciudad Central, estaba muy impresionado, pero a la vez se sentía muy raro y muy fuera de lugar a pesar de estar con su familia.

—Hola —llegó Will y se puso a su lado a contemplar la vista.

—Hola —lo volteó a ver y sonrió—. No sabía que tenías increíbles vistas.

—No has cambiado, es increíble ver que por todo lo que has pasado, sigues aquí, realmente te admiro.

—Gracias por el cumplido —se rio—. Pero en realidad no estoy bien, pero si Zally sigue aquí, no puedo dejarla sola.

—Tae tenía razón, eres muy raro —Will pasó de contemplar la vista, a contemplar a Zeki.

—¿Qué pasa?

—Nada, solo veo lo guapo que te ves con la luz del día.

—Muy gracioso.

—Que no se pierda la costumbre —ambos se rieron.

—Will, ¿coqueteando con mi hermano tan temprano? —llegó Zally y cruzó sus brazos.

—No es tan temprano —vio su brazalete y Cherry le avisó que había alguien en la puerta, le mostró una imagen—. Tenemos visita sorpresa.

—¿De quién? —preguntó Zally.

—Vlad...

—¿En serio? ¡quiero verle la cara a ese tonto!

—¡No Zally!

Zally abrió la puerta manualmente y vio a Vlad, el mismísimo Rey de Vorushkwa y el cuarto Supremo.

—Así que tú eres Vlad —Zally lo miró con su mirada desafiante.

Vlad quedó paralizado por un momento, hacía mucho que no le hablaban de esa forma.

—Sí, y tú debes ser Zally ¿verdad?

—¿Qué quieres? ¿Vienes a molestar a Will?

—Así que te han hablado maravillas de mí —miró a Will y sonrió—. No me sorprende.

Vlad entró a la casa, ignoró a Yamanik y miró a Zeki.

—Tú debes ser Zeki, mucho gusto.

—No respondiste las preguntas de mi hermana.

Vo Slavu III: La FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora