Vo Slavu III: La Familia

2.

Antes de iniciar el viaje, Vlad ofreció ayuda monetaria únicamente a los hermanos, pero no lo hizo de forma directa, le envió el dinero a Will y así el sabría que todo estaría bien.

Vlad es alguien muy sociable, sin embargo, tenía cierta rivalidad con la Reina Marlik, no se llevaban muy bien por diferencias y choques de ideas. Pero en relaciones dentro de la unión como comerciales y demás acuerdos políticos, estaban muy bien.

— Oye Marlik, sé que me odias, pero no se trata de mí, necesito que vigiles muy bien a los hijos de Yav, dentro de poco estarán en tu territorio.

— Muy bien, pero lo hago por mi amiga.

— Ambos somos sus amigos.

— Sí, solo que tú eres la mala influencia, ¿Cómo vas con los vrikolak?

— Mi escuadrón ha investigado, pero no hay mucha información, creo que es hora de llamar a mi rastreador de confianza.

— Bien, espero puedas solucionarlo, adiós—colgó la llamada.

— Adiós... —Se puso de pie y miró por la ventana de su oficina, desde ahí se veía la entrada de la Ciudad Roja—. Ellos me necesitan y siento que no he hecho lo suficiente.

Mientras todos alistaban sus cosas, por primera vez, Zeki y Zally hablaron a solas.

— ¿Cómo te sientes? —preguntó Zeki.

— Horrible, pero estoy viva, contigo—sonrió—. ¿Qué tal tú?

— Horrible, pero estoy vivo, contigo—también sonrió y ambos se rieron—. No hemos tenido un momento de hermanos desde que estamos aquí.

— Es verdad...

— Me gustaría que me escucharas, quiero que sepas lo que sucedió, sé que no quieres escucharlo de Yav, pero al menos dame una oportunidad a mí.

— De acuerdo...

Ellos estuvieron hablando por bastante rato, mientras, Will y Yamanik estaban en la cocina.

— ¿Viajaremos en una nave?

— No, Vlad nos ayudará.

— ¿Qué? Wow, parece que la tensión ya no es tan grave entre ustedes.

— No puedo rechazarlo, igual él me obligaría—sonrió—. Viajaremos por un portal.

— Genial, nunca he viajado de esa forma.

— ¿Recuerdas cómo lucía ella?

Los hermanos llegaron a acompañarlos.

— ¿De qué hablan? —preguntó Zally.

— Del viaje.

— Oh sí, siempre recuerdo todo, si la veo sabré que es ella, no te preocupes.

— No entiendo, ¿por qué me ayudas? —dijo confundido.

— Me gustan las aventuras, es todo.

— ¿Siempre has viajado? —preguntó Zeki.

— Sí, siempre lo he hecho, bueno desde... —Miró hacia otro lado.

— Desde...

— Desde que... desde que soy libre—quitó su cara seria al darse cuenta de lo que dijo—. Es una forma linda de camuflar "sobreviviente"—Agarró algo para comer que encontró en la barra de la cocina.

— Yamanik, si necesitas hablar, aquí estamos, bueno, al menos yo si quiero escucharte—Zeki sonrió.

Yamanik miró a Zeki impresionada.