Vo Slavu III: La Familia

25.

Abiad había pasado por varias pruebas en la dimensión de Dajmi, estaba realmente listo para seguir con su búsqueda, la búsqueda del Dios Casey, el dios de la oscuridad.

La información que existía sobre el Dios Casey era muy poca, pero la teoría más aceptada por los científicos era que él había dado el impulso a la supernova que derrotó a Voruzijk. Si bien fue un evento significativo también fue catastrófico porque la supernova acabó con todo un sistema solar (Jang Mi) que colindaba con el nuestro (Sumus).

Abiad se encontraba solo en la dimensión de Dajmi, estaba sentado debajo de un árbol parecido a un sauce, pero este era rojizo, el pasto era verde oliva y el cielo era color rosa pastel, era un lugar bastante agradable, nunca anochecía, lo cual era bastante incómodo para Abiad por el tiempo que llevaba allí dentro.

La magia blanca es bastante especial, es la magia de las ilusiones, pero Abiad también tenía la habilidad de la premonición, ocurría muy rara vez, pues a veces sueña cosas que pueden significar algo. Ha estado buscando al Dios Casey porque lo ha soñado muy seguido, incluso sabe cómo luce, y se lo estuvo explicando a Dajmi durante las pruebas.

Estaban en ese mismo paisaje, hablando, sentados en el pasto uno frente a otro.

—Mis sueños me dicen que el Dios Casey necesita ayuda para volver, por eso estoy seguro de que no murió.

—Tus sueños pueden interpretarse de diferentes formas, pero si has soñado constantemente con Casey, es posible que signifique algo muy importante.

—Sí... El último sueño que tuve fue el del árbol y por primera vez fue algo diferente al Dios Casey.

—¿Entonces lo has visto?

—¿Al Dios Casey? Sí, sé perfectamente bien cómo luce, incluso hice un dibujo de él, pero mejor te lo muestro de cerca —Abiad se puso de pie y empezó a hacer magia, se acercó al único árbol en esa dimensión, sus ojos brillaron en luz blanca al igual que sus manos, tocó el tronco del árbol y lo hizo completamente blanco, allí pudo hacer aparecer la viva imagen del Dios Casey.

El Dios Casey lucía como un hombre adulto, alto, su piel era bronceada, tenía orejas puntiagudas, su cabello era lacio, de color negro y largo, pero no tanto; sus ojos eran color naranja, pero con la luz cambiaban a color rosa; tenía marcas en ambos brazos, parecían tatuajes de un color amarillo luminiscente, tenían forma de líneas curvas, cada vez más se le podía asociar a este Dios con el fuego; su vestimenta constaba en una túnica larga color rojo con hombreras de color negro. La imagen de él en el árbol podía moverse, veían al Dios Casey cruzado de brazos, mirando hacia al frente, después de un rato se volteó y se fue caminando hasta desaparecer.

A Dajmi le pareció una persona fascinante y bastante imponente, pudo ver la enorme seriedad y sobre todo el dolor en su rostro, si bien era un hombre que parecía estar enojado o más bien serio todo el tiempo, parecía que la estaba pasando muy mal.

—Es increíble... No existe retrato alguno del Dios Casey, todo se perdió en la supernova, y los retratos hechos en base a las estatuas no se parecen tanto a lo que acabo de ver —Dijo Dajmi muy impresionado.

—Sí, no es tan viejo como pensaba —sonrió.

—Abiad, quiero que aparezcas conmigo en la reunión de los supremos, debemos hablar de todo esto con ellos.

—Por fin cuento con la ayuda de alguien, así que no me negaré para usted, con gusto puedo mostrar y hablar todo lo que sé, tal vez no sea mucho, pero sé que es importante.

—Muchas gracias Abiad, sé que contaré contigo —sonrió y tomó sus manos.

La Ciudad Central de Arkland fue cubierta por la noche, era hora de la segunda y última parte de la reunión, todos darían sus conclusiones y también Vlad y Yav hablarían acerca del descubrimiento de las 6 magias y sus 6 representantes, ya que era un asunto que consideraban importante para todos.