Vo Slavu III: La Familia

17.

Un árbol rosa creciendo rápidamente en medio de un desierto, el cielo está despejado, oscuro y lleno de estrellas, se ve la pobre luz de lo que antes fue un sol, una enana blanca congelándose lentamente y la presencia de una vasta nebulosa alrededor de ella, era una estrella muriendo.

Una luz brillante de color rosa sale de las raíces del árbol, éste es cada vez más grande y forma un enorme contraste con el entorno.

Después, un ojo rosa gigantesco se abre en el cielo, justo encima del árbol, la luz es tan fuerte que ya nada es visible, el sonido es un zumbido fuerte que lentamente termina en absoluto silencio. Ahora todo es oscuridad, aquel ojo aparece de nuevo pero frente a ti, te está observando y cada vez está más cerca de ti hasta envolverte con su luz.

Finalmente escuchas una voz masculina y suave hablándote al oído.

"Despierta"

Alguien despertó, despertó en las profundidades del océano de un planeta desconocido, poco a poco se elevó y logró llegar a la superficie, estaba en medio del océano, no había nada a la vista, sin embargo había una nave rondando cerca de ahí.

En la nave estaba Eliana, la princesa de Arkland, pero no estaba trabajando como Pheing, sino como una geóloga muy importante de su planeta.

—     La anomalía está por aquí, lo marca el radar—dijo, parecía ser la que daba las órdenes en su equipo.

—     Princesa, ya estamos encima de la anomalía, pero parece estar desapareciendo.

—     Esto fue diferente, dudo mucho que haya sido otro maiorum marino, no es temporada reproductiva.

—     ¿Y si es una nueva especie?

—     No lo creo.

—     ¡Princesa, hay una persona en el agua, justo debajo de nosotros!

—     ¿Qué?—se sorprendió mucho—. Prepárense para ir por ella.

—     Parece ser un hombre de aspecto joven, sigue con vida.

—     ¡Rápido, vayan por él! Yo iré llamando a la unidad médica para que lo reciban.

—     Sí señora.

Acercaron la nave hacia la persona que estaba en el agua y dos miembros del equipo salieron por él, lo cargaron y lo subieron a la nave.

Todos se preguntaban cómo es que había llegado ese hombre a ese punto del océano, estaba en la nada.

Él aún veía todo borroso, pero iba recuperando su vista y su audición poco a poco.

Eliana se acercó y lo revisó.

—     Parece que está bien—dijo mientras le tomaba signos—. Parece estar en estado de disociación. Pongan el rumbo a Ciudad Central, aterrizaremos en el centro de salud privado.

—     Sí señora.

—     ¿Puedes escucharnos?—le habló al chico, pero no respondió.

Después se desmayó.

Por otro lado Will despertó sudando, como si hubiera tenido una pesadilla. Se había quedado dormido en la oficina, era ya muy noche. Las pantallas de su escritorio estaban prendidas, mostraban información de los depredadores y de otras cosas <<Que sueño más raro>> Pensó.

Se puso de pie y se estiró. Aquel ojo se había quedado muy bien grabado en su mente, jamás había soñado algo así, más bien, jamás había soñado algo.