73: Desplomar

498 43 44
                                    

Pov Lapis

Todos estos días fueron desesperantes para mi. El solo hecho de que Peridot no me contestara y las infinitas preguntas que me hacía a cada momento no me dejaban ni dormir. Sabía en que estado se encontraba, pero ir allá con que excusa?

—Lapis, hey...—Me tocó la espalda.—No piensas acostarte?

—Ah! Lo siento...—Dejé mi teléfono en el velador y procedí a meterme en la cama.

Obsidian se acercó a mi y metió sus manos por debajo de mi pijama.

—Quiero un poco de tu amor.—Dijo, susurrando en mi oído.

Amor.

Antes esas palabras si me daban un estallido de querer hacerlo con él, pero desde que Peridot se volvió a aparecer, este sentir ha ido disminuyendo... Y sé que esto no va por buen camino.

—Lo siento. Estoy un poco cansada.

Él no se tomó a bien mis palabras y se puso sobre mi, mirándome con una ligera molestia.

—Has estado muy extraña estos días. Yo recuerdo que aunque estuvieras cansadas lo hacíamos igual... Acaso ya no me quieres?

Debería decirle la verdad ahora mismo, pero no es el mejor momento.

—No es eso Obsy, simplemente he tenido mucho trabajo que hacer vale? Ahora por favor, déjame dormir.

—En serio me vas a dejar con las ganas? Como puedes ser tan inconsiente...—Se movió bruscamente hacia su lado y me dio la espalda.

Me quedé mirándolo por unos segundos.

Acaso él siempre ha sido así?

Tal vez yo no me había dado cuenta, pero esa actitud suele tomarla cuando le niegan algo que él quiere. Si antes no lo noté es porque siempre he cedido ante sus peticiones, intenté ser una buena mujer para él, consentirlo cuando lo necesita, a cambio de su amor también...

Amor? Todo este tiempo estuve enamorada de él? O simplemente quería rellenar este vacío intentando amarlo?

Tuve miedo de esas preguntas, de hecho esa noche no pude dormir casi nada. Me voy a casar muy pronto y ahora comienzo a cuestionarme todo.

...

Al despertarme noté que Obsidian ya no estaba, es raro que se levante más temprano que yo para salir a trabajar, pero como está molesto conmigo siempre intenta evitarme.

En mi caso hoy es uno de los dos días libres que me dieron en el trabajo, y quise tomarlo esta vez porque he andado muy despistada después de esa llamada que tuve con Peridot.

Abrí mi bolso y busqué entre mis documentos aquel papel arrugado que he terminado atesorando estos días, leyendo una y otra vez la letra de dicha canción que más ansío escuchar. Esta canción es para mi, es lo que me ha cuestionado toda mi forma de vida actual, es mi talon de aquiles.

Me encanta.

Sonrío cada vez que la leo.

No me imagino cuando escuche esto de sus labios.

Moriría.

Todo este día libre me la pasé en casa limpiando, lavando ropa, haciendo mi comida y dejando para Obsidian por si quiere, escuchando música... Hablando con mis amigas por el chat... Entre ese tiempo más o menos por el atarcerder recibo un inesperado mensaje, era una de mis hermanas, Nancy.

Me sorprendí al leer que ella ya estaba en el país de regreso, pero por ahora anda en el estado con su amiga, ya que quiso pasar a dejarla.

Lo que no me esperaría sería el siguiente mensaje de ella, que venía con un archivo adjunto. Aquella imagen estrujó mi corazón.

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora