51: Forzar

482 41 28
                                    

Pov Peridot

Pequeños rayos del sol que iban asomándose por detrás de la cortina hicieron que despertara poco a poco. Cuando quise enderezarme y sentarme en la cama me di cuenta de que a mi lado estaba Margaret completamente dormida. Su brazo izquierdo estaba por encima de mi abdomen lo que me da a entender que durmió abrazada de mi.

Todavía tengo esa sensación extraña. Por un lado creo que al tener relaciones con ella solo estamos reforzando más el lazo, lo que podría ser bueno... pero por otra parte me siento culpable, porque creo que estoy traicionando mis propios sentimientos.

He dejado de luchar por Lapis, ya que ella misma es la que lo ha decidido de esa forma. Y no puedo obligarla, por mucho que yo la ame.

Si tanto la amo, debo respetar su decisión.

La puerta de mi habitación se abrió y me tomó por sorpresa que alguien lo hiciera siendo que son las 7 de la mañana. Cuando entró la persona, tragué saliva y me avergoncé al ver que era mi madre, mirándome con un cierto desagrado por estar durmiendo con Margaret.

-Buenos días, hijo. Necesito que te levantes para hablarte de algo importante. Te esperaré en la sala principal.-Se escuchó bastante seria, lo que me dio una pequeña inquietud.

-E-Esta bien. En unos minutos salgo.-Comenté, levantándome de la cama con algo de cuidado. Agradecí que ella seguía dormida.

Mi madre cerró la puerta y de inmediato fui a bañarme. Me vestí con ropa casual, jeans negros de pitillo, camisa blanca y suspensores.

Supongo que está bien.

Poca ropa de hombre me termina por agradar, y este atuendo lo siento como unisex, algo que por lo menos no me hace sentir tan incómoda.

Al salir de mi cuarto fui directo a la sala principal donde ella me dijo.

Llegué y ella me dijo que tomara asiento. Su semblante seguía igual de serio...

-Peridot. Necesito que empieces a trabajar conmigo en la empresa.

-¿Qué?-Contesté inclinando mi torso al respaldo del sillón.

-Lo que escuchaste. Pero antes irás a clases de economía en la universidad, para que te vayas preparando.

-¡Pero mamá! ¡No he terminado la secundaria aún!-Comenté, levantando mi voz.

Podia sentir como la ansiedad iba adueñándose de mi. El simple hecho de tener que cambiar mi rutina y probablemente estar menos tiempo en la mansión me entristece, porque sé que no podré ver a Lapis.

Cada vez siento que me alejo más de ella.

Y no puedo oponer más resistencia. Aquí solamente debo aceptar las condiciones para que las tres chicas puedan vivir sin preocupaciones.

Ese es el trato.

...

Como es de esperarse, mi madre ya tenía el trámite hecho para que fuera a la universidad, por lo que no me sirvió de nada que ni siquiera terminé secundaria.

Maldito dinero.

Tuve que desayunar rápido para salir junto con ella, porque me llevaría a la universidad... y al parecer tendría un profesor particular que me enseñaría todo.

-...Entonces, si dices que tendré profesor "particular" ¿No era mejor que le hubieses dicho que fuera a la mansión para enseñarme? Hay tanto espacio para que lo hiciera y me mandas para allá... que fastidio.-Comenté gruñiendo y cruzando mis brazos.

Ya estábamos adentro del vehículo, así que no podía hacer nada.

-Porque es lo mejor. Además prefiero que estés afuera haciendo cosas productivas que estar junto a esas tres...

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora