...
Nancy se puso de pie con el examen en su mano. Se la entregó al profesor y éste le dijo:
—Vaya a ver a su hermana. Se ha tardado demasiado y ya queda muy poco para terminar el examen.
—¡Si profesor, voy de inmediato!
Salió corriendo, bajó las escaleras y llegó hasta el baño de mujeres.
—¡Margaret!—Agachó su cabeza para ver por debajo y notó los zapatos de su hermana en el tercer baño.
Abrió la puerta y encontró a Margaret agachada, con su rostro pálido a mas no poder, sus ojos cerrados y el cuerpo recargado en la pared que separaba un baño del otro.
—¿¡Hermana que te pasa!?—Ella se agachó y tomó sus mejillas para despertarla.
Margaret abrió sus ojos lentamente y al ver a su hermana se lanzó a los brazos de ella.
—N-No lo se pero... Me siento horrible Nancy. Quiero irme a casa, necesito que me ayudes a que me saquen de aquí.
—¿A casa? ¡Debes ir al doctor, mínimo! Llamaré a Lapis para que venga por ti.
—¡No quiero! Yo puedo irme sola, pero ayudame a salir.
—¡No seas tonta, Margaret! ¡Aquí la única que puede sacarte es nuestra hermana mayor! ¡Además ustedes dos ya llevan mucho rato que no se hablan! ¿Qué demonios está pasando entre tú y Lapis?
Margaret desvió su mirada y no quiso contestar.
—Eso no importa, sólo no quiero verla y ya.—Arrugó sus cejas.—Necesito agua... Me siento deshidratada.
—Está bien. Salgamos de aquí primero ¿O tienes nauseas todavía?
—Por ahora no.—Contestó cabizbaja.
Nancy ayudó a su hermana a levantarse, tomó su brazo y lo puso por detrás de su cuello para ayudarle a caminar. Margaret estaba totalmente mareada, apenas podía seguir los pasos de su hermana menor.
Caminaron a paso lento hasta el pequeño kiosco de su escuela. Nancy le dijo a la tía que le diera agua y ella sin problemas le dio un vaso.
—¿Qué le pasó a mi niña?—Preguntó la señora dueña del kiosco bastante preocupada.
—Está enferma. Acaba de vomitar y pues necesita agua.—Contestó Nancy, ya que su hermana no tenia el ánimo para responder.
Ambas se sentaron en el asiento de al frente. Margaret tomó poco a poco el vaso, su mente estaba desconcertada, pensando mil cosas e ignorando su entorno.
—Hermana... ¿Comiste algo que te cayó mal?
—No lo sé, Nancy. La verdad me vino de repente y ahora me siento débil...
Nancy suspiró y concentró su mirada en el suelo.
—Todo esto de que te estés comportando así de rara ha sido después de que terminaste con Peridot. Quizás tienes depresión... Ó no sé.
—Probablemente...—Margaret omitió decirle del porqué terminaron, porque sabía que se llevaría una sorpresa enorme.
—Bueno. Quieras o no llamaré a Lapis.
Nancy sacó su telefono y marcó a la mayor. Intentó dos veces ya que de seguro estaría en pleno trabajo.
—"¿Diga?"
—Hola hermana.
—"¿Nancy? ¿Porqué me llamas a esta hora? Aún falta tiempo para salir a almorzar y no puedo dejar que me vean los jefes."
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Tres no son multitud? [Lapidot]
عاطفيةLapis es una chica de 26 años que ha dedicado parte de su vida a cuidar de sus dos hermanas, sin embargo, llegará un momento en donde tendrá que darse un descanso debido a todo el estrés que carga. Es ahí cuando conoce a alguien que revolucionará su...