45: Decepción

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...

Peridot estaba sentada en el sillón, intentando descansar y dejar toda esa confusión en su mente. Su celular empezó a sonar, ella no le prestó atención hasta segundos después que vio la pantalla el nombre de quien la llamaba.

-Aló?

-¿Peridot? Me estaba preguntando si ibas a seguir viviendo al trabajo. Desde el día que fuimos a dejar ese pedido al hotel más caro que no me has hablado. ¿Pasó algo?

-Es verdad.- Se dijo a sí misma.-Lo siento, jefa. Han pasado muchas cosas en tan poco tiempo y ni siquiera me acordaba que debía hablar con usted.

-Mi pregunta es... ¿Vas a seguir viniendo? Porque necesito un ayudante aquí, aveces tengo que salir de urgencia y no tengo a nadie quien cuide el negocio.

-Mire... No se si pueda ir a verla para explicarle todo, eso sí no tengo mucho tiempo, pasadas las 3 me tendría que ir.

-Bueno entonces te espero Peridot.

-Gracias. Nos estamos viendo.

Peridot colgó y luego notó que Nancy ya estaba vestida. Se puso de pie para pedirle que la acompañara al trabajo.

-¿... Podrías venir conmigo?-Dijo Peridot mirándola con cierta inquietud.

-Está bien.-Respondió y caminó directo a la entrada del departamento.

Peridot suspiró. Sabía que a Nancy le cayó mal que hubiese quedado en nada. Y tendrá que hablarle para pedirle disculpas.

...

Pov Lapis

Desperté un poco más temprano de lo normal, y eso no me agrada puesto que pasar los días aquí de vuelven eternos. El problema es que no tengo sueño ni nada.

Mi pie derecho duele, apenas puedo mover los dedos y aún así el calambre es insoportable, es por eso que tengo completamente enyesado. Y mis pulmones, todavía estoy con estos tubos en mi nariz, lo que hace imposible que pueda ponerme de pie por mi misma. Si quiero bañarme tiene que ser con ayuda de una enfermera.

Odio esto.

Odio este encierro y monotonía.

Quisiera que el tiempo se acelere lo más rápido para salir de este lugar.

...

Pasaron unas horas y la enfermera entró para darme los buenos días. Encendió el televisor (Por fin algo para distraerme) y me dijo que en unos 20 minutos vendría mi desayuno.

-Bueno señorita Lapis. Tengo que bañarla.

Asentí con una sonrisa, ella me sacó los tubos y esos estúpidos cables que tenía conectado. Era la única vez del día en donde podía salir de la cama.

Cuando me levanto, es inevitable sentir que me falta aire, y de reflejo llevo mi mano derecha al pecho. La enfermera dice que guarde la calma e intente respirar lentamente pero de forma profunda, para que mis pulmones de llenen de oxigeno.

...

Estaban dando las noticias, ya era pasadas las 2 de la tarde y por ende podían venir las visitas. El único momento donde siento felicidad porque puedo saber de mis hermanas y de Peridot...

Pero... esta vez parecía que se tardaban más de lo habitual, y eso me preocupó.

Ojalá no les haya pasado nada.

Ellas apenas son unas niñas.

Si algo les sucediera, yo...

Mi corazón se aceleró, la maquina que mide el pulso también pitaba más rápido hasta que logré divisar por la entrada que alguien entraba.

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora