Tres no son multitud? [Lapidot]

28: Perdida

...

Nancy estaba afuera del cuarto de Peridot. Asomó su cabeza sólo para ver como la rubia y su hermana se besaban desenfrenadamente. Ella de forma cortés cerró la puerta y colocó el seguro de la manilla.

—¡NANCY! ¿¡DONDE ESTAS MI AMOR!? ¡NO ME DEJES SOLA!—Era Jasper gritando en el piso inferior.

Amatista y Spinel yacían sobre el sillón grande completamente dormidas. Terminaron tomandose los 4 six pack que había traído.

—¡Ya voy Jasper!—Nancy sonrió para si misma al saber que finalmente Margaret podrá tener la noche que tanto quería. La terminó ayudando después de que su hermana le insistiera para que distrajera a Jasper y así lo hizo.

Prácticamente todo el rato estuvieron bailando y a ratos se sentaban para conversar mientras comían pizza. Cuando Peridot fue directo al baño era el momento para que Margaret la siguiera y pudiera brindarle ayuda.

Al final, todo pareció salir a la perfección.

O eso era lo que Margaret y Nancy pensaban.

...

Pov Peridot

No podía mover mi cuerpo ante semejante sorpresa. Yo tenía claro que lo hice con Lapis, en todo momento la veía sólo a ella. ¿Tanto aluciné por tomar cerveza?

Ni siquiera recuerdo cuanto tomé.

Ahora si estoy perdida.

Margaret se puso de pie. La vi completamente desnuda, no sabía como reaccionar, ella tampoco quería decir nada pero había tanto dolor en sus ojos hinchados.

—Margaret por favor... ¿Porqué lloras? ¿Acaso yo fui...?—Mis labios no paraban de temblar, esperando su respuesta. Ella giró su cabeza y volvió a mirarme con esos ojos vacíos.

Una punzada en el pecho retumbó muy fuerte.

Agarró su ropa interior, se puso el calzón y brasiere sin mirarme en lo absoluto. Luego fue colocándose el jeans, su camisa y su chaqueta.

—¡Magaret!—Grité para que me dijera cualquier cosa, la tensión era demasiado grande.

—¿¡QUE MIERDA QUIERES!? ¿¡QUE TE DIGA LO HUMILLANTE QUE FUE!?—Abrió sus ojos a tope y frunció el ceño.

—¿¡Porqué dices eso!? No lo entiendo.

—¡TÚ! ¡TÚ TE ACOSTASTE CON MI HERMANA! ¿¡NO ES ASÍ!?

Sus palabras me dejaron completamente en shock. El miedo se apoderó por completo de mi, el cuerpo me tiembla más... No puedo decirle la verdad.

—No... ¡NO! ¡NO LO HE HECHO! —Negué cerrando mis ojos con fuerza, me duele mentir pero si afirmo ahora mismo ella puede cometer alguna locura.

—¿¡ENTONCES PORQUE MIERDA DECIAS SU NOMBRE MIENTRAS LO HACÍAMOS!? ¿¡QUE QUIERES QUE PIENSE EH!? ¡EN NINGUN MOMENTO TE SENTÍ MIA PERIDOT! Pero ahora entiendo todo. No necesito que me digas nada porque vi en ti que sólo amas a Lapis.

Ella se vistió tan rápido como pudo. Intenté colocarme la playera que tenía en frente de mi, entre tanto desorden ni siquiera sabia donde estaba el resto de mi ropa.

Me levanté y agarré su brazo.

—¿A donde vas, Margaret?

—¡¡SUELTAME!! ¡¡TE ODIO, PERIDOT!! ¡¡NO SABES CUANTO TE ODIO A TI Y A LAPIS!! ¡¡NO QUIERO VERLES LAS CARAS NUNCA MÁS!!

—¡POR FAVOR MARGARET NO ODIES A TU HERMANA! ¡ÓDIAME A MI SI QUIERES! ¡LAPIS NO TIENE NADA QUE VER! ¡CRÉEME!

—¿¡¡HA!!? ¿¡¡ME ESTAS DICIENDO QUE SI TE ACOSTASTE CON ELLA!!?—Se soltó de mi agarre y fue directo a la puerta, yo me puse en frente de ella y detrás de la puerta.