24: Incertidumbre

673 85 36
                                    


Pov Peridot


—¿Lapis? ¿Estás bien?

—Si, no te preocupes. ¿Quieres que te lleve a tu casa? Ya es un poco tarde, además tardaremos en llegar.

Su voz se oía cortante, como queriendo evitarme a toda costa. Comencé a sentir un dolor dentro de mi pecho, mi cuerpo tiembla al saber que probablemente no se lo ha tomado bien, y es obvio, personas como yo nada más somos un fenómeno para sociedad por el hecho de no aceptar como nacimos.

De igual forma esperaba esa reacción, ella tenía que saberlo tarde o temprano porque estaba a poco de caer en sus redes. De haber sido una chica de verdad ya estaría tumbada en una cama aceptando todo lo que me hiciera en completa felicidad.

Pero no es así.

Me río por dentro ya que traje mi guitarra prácticamente a pasear, tenía pensado dedicarle la canción, pero como veía que estaba yendo demasiado rápido se me pasó por completo.

Que tonta soy.

Hice todo horriblemente mal.

...

Subimos a su jeep. Ella no decía absolutamente nada, ni yo tenía alguna cosa que decir, no había nada para romper esta tensión que con cada segundo se vuelve insoportable.

Sólo huir.

—Lapis, puedes dejarme aquí si quieres. Conozco mi camino a casa, así que puedes dejarme por estos lados.—Comenté con algo de pena, agachando la mirada.

—No seas tonta, te dejaré al frente de tu casa así que tranquila.—Sonrió.

Al menos me sigue llamando como una chica, sentí un pequeño alivio en mi corazón al escuchar esas palabras tan serenas.

...

Luego de una media hora, ella se estacionó al frente de mi casa.

—Bueno, gracias por la comida y por traerme... Nos estamos viendo.

—No es nada. Cuídate.—Lapis quitó el seguro de la puerta, yo me bajé y cerré. Volteé por unos segundos para mirarla por si ella lo estaba haciendo, pero no. Prendió el jeep y yo retrocedí para que se marchara.

El dolor ha vuelto.

No se si realmente ya no le gusto o simplemente está en shock. Tengo tanta incertidumbre que quiero preguntarle, tengo su numero, puedo hacerlo.

Entré a mi casa, desbloqueé mi teléfono y me fui al chat que tenía con Lapis. Le dejé el siguiente mensaje:

"Si mañana no tienes nada que hacer, después de clases podríamos juntarnos ¿qué dices?"

Lo envié y esperé a que respondiera, ella suele hacerlo de inmediato aunque ahora seguro debe seguir conduciendo, por lo que es mejor tener paciencia. Fui a mi cuarto y dejé la guitarra encima de la cama, me senté sólo para esperar su respuesta... el tiempo pasaba, no escuchaba ningún sonido, comienzo a sentirme mal otra vez.

Me quedé dormida un rato hasta que escucho sonar mi celular, sonreí de oreja a oreja al ver su nombre. Lo desbloqueé y revisé su respuesta.

"-Lo siento, mañana estaré ocupada."

Ni siquiera dijo mi nombre.

Una lagrima rebelde brotó por mi mejilla así sin más, para luego comenzar a llorar desconsoladamente abrazando mi almohada. Arrepintiéndome de aceptar esa salida, de declararme, de dar todo en esos besos, deposité todo mi amor y aún así no fui aceptada del todo.

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora