47: Agonía

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...

-¡Muy bien chicos! Voy a elegir parejas para el baile de la escuela. Toda la clase deberá hacerlo o de lo contrario va a reprobar el ramo ¿Quedó claro?

Todos en el salón abuchearon a la profesora ya que ella se encargaría de elegirlos al azar. Casi nadie quedó satisfecho con los emparejamientos, pero no había nada que hacer.

Y quedaban sólo dos personas, el problema es que eran dos chicas. Nancy y Peridot.

Ella se le acercó a Nancy para decirle.

-¡Oh discupa querida! Tú eres del club de ballet y aún así te elegí de las últimas... y peor, tendrás que bailar con otra chica.

-Descuide profesora. Yo no tengo problemas para bailar con mi compañera.

-¿En serio? ¡Te lo agradezco mucho!

Nancy miró hacia atrás, Peridot levantó un poco su mano y sonrió con los nervios de punta. Había sido la chica con más suerte de toda la clase porque le tocó con su amor platónico.

La práctica fue después de clases, en el gimnasio donde Nancy se reúne con sus compañeras de ballet. Justo hoy no había ensayo por lo que podía estar con Peridot ahí para practicar.

La rubia no podía seguir los pasos de Nancy, quien tuvo la paciencia para enseñarle poco a poco.

Peridot no es una chica que no sepa bailar, simplemente estaba tan nerviosa por estar a solas con ella. Su corazón iba a estallar.

-¡L-lo siento! ¡Estoy haciéndolo tan mal que... deberías hablar con la profesora para que te busque a un mejor compañero.-Dijo ella, agachando su cabeza con una evidente vergüenza.

Ella sonrió con calidez, tocó su mejilla y le hizo que levantara su rostro para mirarle.

-Tranquila. Sólo debes seguir mi ritmo. Déjate llevar por la música.

Fue entonces cuando Peridot sólo logró enamorarse más de ella, de su dulzura, su belleza, delicadeza al bailar, paciencia, todo lo que hacia Nancy era un deleite para sus ojos verdes.

...

Pov Nancy

Como una necesidad, estoy buscándola entre tantas personas desconocidas. Había dejado a Lapis con Margaret, ellas se quedaron conversando con unos chicos, y como yo no estaba del todo interesada quise ir por Peridot.

Necesito decirle tantas cosas.

Al mismo tiempo me come la ansiedad, mi garganta duele al punto que me costará decir cualquier palabra, pero lo haré igual.

-¡Disculpe! Necesito pasar.-Dije para que me dieran el espacio de seguir adelante. Sabía que Peridot estaría cerca de Perla, o al menos con su madre.

Todas estas personas me miran extrañamente. No se si el vestido que llevo sea acorde a lo que ellos han visto, pero ¿que mierda me importa lo que digan? Ni siquiera los conozco.

Peridot...

Si estoy aquí nada más es porque tú me lo pediste, a pesar de que me costó en un principio adaptarme a este mundo. Y se que has hecho todo esto por nosotras, se que en tu corazón aún estoy ahí, quiero creer que tú todavía me quieres, así como lo hiciste cuando apenas me estabas conociendo.

Después de mirar por todos lados, te vi ir en dirección a la pérgola, entonces me encaminé para agarrar tu mano.

Volteaste y se que al verme te quedaste pasmada.

-Nancy... ¿Qué pasa?

-Quiero hablar contigo, pero vámonos a un lugar mas tranquilo.-Respondí. Solté su mano y le dije que me siguiera...

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora