6: Alboroto

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Pov Lapis

Aún no logro entender porqué me quedé estática viendo a ambas como se besaban, no me sentía nada cómoda viendo eso hasta que Peridot empujó a Margaret.

—H-hermana!! ¿Tan temprano llegaste?—Su voz sonó con los nervios de punta, pero aquí la que debería estar así sería yo.

—No había mucho trabajo así que nos sacaron temprano. Iré a mi habitación, ustedes sigan en lo suyo.— Quise restarle importancia a lo que vi, abrí la puerta de mi cuarto y fui directo al balcón.

Necesito fumar.

Saqué un cigarro corriente y lo prendí, intenté dejar mi mente en blanco pero era imposible, estoy atormentándome con estos sentimientos que no puedo expresar.

¿Entonces estoy celosa?

Me miré ambas manos y me las llevé a la cara, no podía creer lo que estaba sintiendo.

¿Cómo es posible que un simple beso por accidente me haya marcado tanto?

Necesito olvidar todo esto.

Saqué mi teléfono y marqué a Bismuto, como eran las 6 de la tarde quizás tendría la posibilidad de salir con ella.

—¿Aló Bismuto?

"¿Lapis? ¡Vaya qué sorpresa! ¡No pensé que llamarías!"

—Pues quiero preguntarte si ya has salido del trabajo, quiero salir un rato y necesito que hablemos sobre el otro día.

"Salgo en media hora, si quieres te paso a buscar en cuanto salga ¿vale?"

—Bien, entonces voy a estar lista cuando llegues.

—"Será un placer salir contigo. Que estés bien Lapis".

—Nos veremos Bis.—Colgué.

Ya que no me quedaré a cenar, pedí algo de comida china para que la trajeran acá, después fui al baño para tirarme a la ducha.

Mientras me estaba sacando toda la ropa escuché que tocaron la puerta, como estaba de espaldas y tenía la intuición de que sería Margaret así que le dije que pasara.

La puerta se abrió, yo me di vuelta con la intención de regañarla, pero no era ella.

Era Peridot.

Y yo sin nada puesto...

—¿¡QUE DEMONIOS!?—Agarré la toalla y me cubrí como pude.—¿¡PORQUÉ NO DIJISTE QUE ERAS TÚ!?

Su piel casi blanca dejó en evidencia que al verme se le colocaron completamente rojas, y yo por supuesto que estaba tan avergonzada como ella.

—¡L-L-Lo siento! ¡Yo sólo quería disculparme por haber besado a tu hermana en el sofá! No pensé que entrarías a la ducha...

—¡ES OBVIO SI ACABO DE LLEGAR DEL TRABAJO!—Me acerqué y tiré de su playera.—¡SI FUERAS HOMBRE YA TE HABRÍA MATADO!

Se quedó sin palabras, sus pupilas parecían estar temblando, me miraba con una expresión de terror absoluto, me dio un poco de pena ver esa cara así que solté de su playera y me tranquilicé.

—Perdón, no quise asustarte.—Suspiré y retrocedí.

—Descuida, es entendible ya que soy alguien ajeno a esta casa.—Se dio media vuelta y abrió la puerta.—Espero que me perdones Lapis.

No logro comprender el porqué vino hasta acá para disculparse conmigo, si es algo normal en los adolescentes tener ese tipo de acercamientos. Aunque es raro ver dos chicas así.

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora