38: Engaño

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...

-¿Entonces? ¿Me dirás que está pasando?- Dijo Peridot, atenta a lo que diría Lapis.

Ambas se encontraban en una cafetería, a pocas cuadras de la empresa donde trabaja Lapis.

-Antes que nada, tengo que pedirte un favor.

-Si claro. Dime.

-No le digas a mis hermanas nada de esto, no deben saberlo.

-Está bien, te lo prometo... pero realmente me preocupas, desde esa tarde que llegaste tan rara casi a la par con Margaret he tenido la intriga de saber.

Lapis tomó un buen poco de aire, aunque ella quería que fuera tabaco, pero por respeto a Peridot no quiso fumar cerca de ella.

Bueno... aquí va.

...

Pov Lapis

Este último tiempo se ha complicado más de lo que esperaba, y para colmo se han añadido dos problemas horribles... Ni siquiera se como empezar.

...

Sábado.

Hacía tiempo que no me tocaba trabajar de lunes hasta hoy sábado, recuerdo que antes de salir de mis primeras vacaciones tenía este horario, y no me sentía cansada ni nada. Pero ahora es diferente, cada vez que termino la jornada tengo que fumarme unos cuantos cigarros debido a la ansiedad.

Ya no es igual.

Salí de mi trabajo directo a la casa, ya era poco más de las 8.30, Nancy me había dicho que tenía la cena lista, pero que no estaría Peridot porque tuvo una pequeña discusión con Margaret.

-Bien... hablaré con ella cuando llegue.-Dije, mientras esperaba la luz verde.

...

Ya abriendo la puerta y saludando a Nancy que estaba lavando los platos, ofreciéndome de cenar, le dije que iría para conversar con nuestra hermana, así que caminé a su cuarto, abrí la puerta y la vi recostada en su cama con los audífonos puestos. Lo otro que llamó mi atención fue un peluche gigante que estaba al lado de su escritorio.

-¡Margaret! ¡Oye!

Ella movió su cabeza, se quitó los audífonos y me miró con las cejas arrugadas.

-¿Nancy ya te lo dijo que andas aquí?

-Así es.-Contesté, sentándome a un lado de su cama.-¿Y ese peluche tan grande?

Ella suspiró.

-Es... la causa de mi pelea con Peridot.-Abrazó su almohada, dándome la espalda.-Regañé a Steven por haber sido tan evidente con su regalo,así que también estoy peleada con él.

-¿Y que te dijo Peridot?

Margaret terminó escondiendo su cabeza en la almohada, escuché leves sollozos de su parte, por lo que traté de calmarla.

-Peridot... no quiere ser mi novia, y eso que tuve relaciones con ella en la noche.

Abrí los ojos a tope al escuchar eso último.

Mi cuerpo comenzó a hervir. Este sentimiento claramente era molestia.

-¿¡Qué dijiste!? ¿¡Lo hiciste con ella!?

Cálmate Lapis, no tienes que ser evidente con tus emociones.

Margaret se sentó en la cama, tenía sus ojos medio hinchados por haber llorado, pero aún así, me dio una mirada fría.

Tres no son multitud? [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora