Detrás de Cámaras

•Capítulo Veintisiete•

Con el ánimo por los cielos cogió la llave de su simple Aston Martin Victor de color negro y dispuesta a tener un día relajado, bajó al estacionamiento.

Antes de siquiera entrar al auto una redada de guardias llegaron aterrorizados a su lado.

-—¿Está loca?— preguntó uno— ¿cómo se le ocurre salir sin protección?

Ella lo miró con disgusto— ¿Por qué o qué no puedo hacerlo?— se cruzó de brazos.

—¿Acaso se le olvida que es reconocida a nivel mundial y que ha estado recibiendo cartas de amenazas?— Leo la regañó con la mirada a pesar de que era su jefa.

Ella bajó la mirada— Solo quería salir y ser normal un momento.

—Puede ser normal con guardias— Adam le sonrió.

—Tu sentido del humor está muerto, ¿cómo diablos se es normal rodeada de titanes?

Ellos rieron aligerando el ambiente, Adam habló:—Señora, si quiere salir y manejar su auto solo dígalo, no salga sola porque pone su vida en riesgo y nuestro deber es protegerla, no nos lo ponga difícil.

Ella se relajó y dejó su drama infantil de lado— ¿Entonces podemos salir y yo puedo manejar?

El asintió— A dónde quiera, pero nunca sola, nunca estará sola.

Adam no sabía cuanto significaron esas palabras para ella.