Detrás de Cámaras

•Capítulo Cincuenta y Uno•

Su cuerpo dolió al impactarse contra el suelo, se quejó y levantó su mirada encontrándose con la venenosa de su madre.

La pateó y agarró su pierna, esa que tenía la prótesis. Marlowe se removió e intentó gritar.

—¡A...!— su madre tapó su boca y en un movimiento rápido le quitó la prótesis, Marlowe gimió de dolor, la fricción hizo cortes en dónde debía conectarse la prótesis y el resto de su pierna.

—Eso es lo que eres...—la arrastró de los cabellos al espejo en la pared—No eres más que alguien sin valor y horrible, ¡mírate Marlowe!— levantó su cabeza y se vió en el espejo, vió esa niña de siete años que lloraba porque sus hermanos la rechazaban, se vió con el rostro lleno de lágrimas contenidas por años—Mira quién eres, una cobarde, sucia...

—Para, para mamá...

—Cállate maldita malagradecida, te dije que pagarías....

—Basta, por favor.

—No sé porque te traje al mundo, fuera mejor sin ti, Marlowe.

—¡¡Adam!!— desgarró su garganta en ese grito, su pecho se cerró y la mujer retrocedió. Se escucharon muchos pasos y los guardias entrar apresuradamente a la habitación quitándole a Amanda de encima a Marlowe, ella se refugió en los brazos de uno de ellos... y lloró.