•Capítulo Treinta y Tres•

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Ella, Thor y su equipo viajaron una madrugada hacia el otro lado del mundo. Los trámites para salir del país fueron confidenciales y si eran revelados enfrentarían cargos gigantes.

Marlowe se desconectó del mundo en una pequeña isla donde solo ella, seguridad, Thor y empleados habitaban.

Creerían que estando rodeada de agua y pura vida natural sería una estadía maravillosa... Esa no era la realidad.

Marlowe se pasaba las noches llorando y deseando su muerte, lloraba y sentía que su pecho se hundía, lloraba y cada días más se desvanecía.

Volvió a esa época de odio, esa época que tanto le costó alejar, volvió como si nunca se hubiera ido, como si hubiese estado esperando para volver a hacer su aparición.

Nadie lo notaba porque de día siempre jugaba con Thor a pesar de no sonreír, solo se dijeron "es normal en ella no sonreír" y no se preocuparon.

***

—Quiero experimentar la sensación de caer.— le dijo a Adam cuando este se acercó a ella al verla leyendo.

—Podemos hacer caminata y llegar a una cascada— le respondió el feliz de que quisiera salir. Ella desvío la mirada y le dió una pequeña sonrisa. Asintió.— Bien, Thor se quedará con los empleados, no le pasará nada.

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