•Capítulo Treinta y Nueve•

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Se sentó en el váter para secar su cabello, se lo había lavado porque lo tenía maltratado por descuidarlo en su recaída.

Secó muy bien su pierna y se puso la prótesis, fué a su tocador a darle atención a su pelo.

Alguien tocó la puerta y después de permitir el paso Kelia entró con un vaso de jugo de mango, se lo dejó en la mesita y se sentó en uno de los muebles cercanos.

-¿Cómo está?- a pesar del tiempo trabajando para ella no podía tutearla, no le salía.

-Estoy bien. Supongo que Adam te contó lo que pasó en la isla-se volteó y la miró sin expresión alguna en su rostro- Dejen de vigilarme, olviden eso como si nunca ocurrió.

-Usted es importante, tene...

-No.- la cortó con el enojo pintándose en su voz- no te confundas, lo importante aquí es la empresa, es el reconocimiento que lleva ¡MI NOMBRE!, ¡No más!, ¡¡no soy más que una simple persona que solo existe para cargar con el nombre de alguien que no es!!, ¡¡no se preocupen por mi, dejen de fingir!!, ¡¡dejen de preocuparse por mi donde solo mi nombre importa!!

Detrás de CámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora