•Capítulo Cuarenta y Cinco•

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Su barriga rugió y corrió al baño, vomitó todo lo que había comido en el día... Incluyendo la bomba de azúcar.

Se rió como boba cuando pudo sacar su cabeza del váter, sabía que eso sucedería más no le importó. Se enjuagó la boca y se cepilló.

Aún sonrieron bajó en pijama y llamó a Kelia, su amiga, tenía una amiga.

—¿Quieres ir de compras conmigo?

—¿Qué?— su voz tenía pintada las más grande sorpresa— Señora, ¿que...?

—¿Tu también?, ¡Por el amor a Dios!— Exclamó exasperada.

Kelia sonrió— ¿Quiere salir conmigo?

—Si, si, si—dijo emocionada— Vayamos de compras, o al centro comercial o a cualquier otra cosa.

Y Kelia se preguntaba si realmente era bipolar, sus cambios de humor eran todo el tiempo, todos los días.

—Es mi jefa, no creo que...

—Vamos, es fuera del trabajo laboral.

Lo pensó... No mucho la verdad— Está bien— aceptó con una sonrisa.

—¿De verdad?— preguntó Marlowe emocionada.

—Si, de verdad.

Detrás de CámarasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora