¡Actuar!
¡Mientras preso del delirio,
no sé ya lo que digo ni lo que hago!
Y sin embargo, es necesario... ¡esfuérzate! ¡Bah! ¿Acaso eres tú un hombre?
¡Tú eres payaso!
¡Ríe, Payaso, sobre tu amor despedazado! ¡Ríe del dolor que te envenena el corazón!
Opera del Paglacci, LEONCAVALLO******
Había escuchado ese fragmento de la opera del Payaso miles de veces desde niña. Solía sentarse en el regazo de su madre y dormitar bajo la melodía y la voz magistral de Pavarotti. Canio descubría la infidelidad de su esposa Nedda, aún así, debía interpretar su papel de payaso, roto por el dolor y la desesperación. ¡Qué trágico le resultó siempre! Zarandeó el dedo índice como si dirigiera un coro y se rió. ¿Por qué Nedda tenía que morir? ¡Ponte el traje! La función debe continuar... Suspiró bajo la tenue luz de la lamparita de mesa y dio un trago a su copa. Mark llamó a la puerta y entró interrumpiendo aquel momento del aria en donde el tenor lloraba desconsoladamente por su amor traicionado.
—Ha llamado a Leah —musitó de pie tras el inmenso sillón de piel.
—Ridi, Pagliaccio, sul tuo amore infranto, ridi del duol che t'avvelena il cor!... —meneó la copa entre los dedos y el hielo tintineó—. Me alegro...
—Calliope —no soportaba verla así.
—Muda en pantomimas la congoja y el llanto; en una mueca los sollozos y el dolor. ¡Ah! —meneó la cabeza y se acomodó en el sofá—. Qué quieres, Mark...
—¿No vas a preguntar cómo está?
—Ella siempre estará bien...
Se colocó frente a ella y la miró con rabia.
—Maldita sea, Callie... ¡Reacciona!
—Ríe, payaso... y todos te aplaudirán —dijo fijando su mirada en él mientras apoyaba los labios en el cristal de la copa—. Es sublime... Me encanta esta ópera... Sírvete una copa.
—No quiero una copa, quiero que reacciones. Llevas días encerrada aquí.
Le sonrió sutilmente, el brillo de sus ojos le daba un aire casi desequilibrado.
—No le dijo dónde está, solo que está bien y que se ira, que viajará un
tiempo.—Mi Nedda quiere viajar...
—¡Calliope! —le entraron unas inmensas ganas de partirle la cara para ver si así le volvía la cordura.
Cerró levemente los ojos y miró a Mark de reojo. Si aquel gesto lo hubiera
hecho en otras circunstancias hubiera parecido hasta cómico.—Dime que lo tienes todo controlado como siempre por el amor de Dios,
amiga mía, dime algo...—No puedo decirte eso —susurró.
Mark se frotó la cara y se sentó en el canto de la mesa. Callie daba
pequeños sorbos a su copa y mantenía la mirada perdida. —Joder...—No tengo nada controlado Mark, nada... Solo tengo roto el corazón, déjame acostumbrarme a este dolor y cuando lo asimile quizá piense con mayor claridad... Ahora no puedo pensar, solo me compadezco de mi misma —bajó la mirada al suelo y se rió suavemente—. Debe ser así...
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~La iniciación~ (Calzona +21)
FanficHola! Esta es la continuación de la historia "de Rodillas", puedes encontrarla en mi perfil (aunque se está re-subiendo por problemas técnicos) También salen otros personajes de Grey's pero no tiene nada que ver con la trama de la serie, solo ocupo...