39. Lujuria exquisita.

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🧚🏼•Bonus extra dedicado a evilspawn0070
por leerme y ser tan buena onda con mi historia (y por qué quería saber más sobre esta parte de la historia)•🧚🏼


Abrió la cajita de música y la suave melodía inundó las paredes del salón. La pequeña bailarina giraba al compás de la melodía bajo un forro de terciopelo rojo y detalles de madreperla. Se volvió. Atticus observaba en la puerta con las manos en los bolsillos y una expresión de dulzura en la cara.

—Es bonita —le dijo—. Mi madre tenía una parecida.

—Sí, la música te transporta a otra época. Es La bohème.

Avanzó hacia él y se sentó en el amplio sofá. Lexi recogía la mesa canturreando y luego volvía con unas tazas de café caliente y bombones de licor. Jackson le sonrió, cogió uno de los bombones y se desplomó al lado de Atticus.

—Habla, Jackson, o te consumirás...

Le contó lo que había pensado, lo que sentía, su adolescencia, sus angustias. Le contó las horas que dedicaba al estudio por temor a salir y descubrir que era diferente. Atticus no le interrumpió ni una sola vez. Escuchaba atentamente cada palabra que salía de su boca y comía bombones. Le ofreció uno sin mirarlo y
Jackson lo engulló sin darse cuenta y sin dejar de hablar. Era la primera vez que se sinceraba con alguien y era como si toda su energía fluyera de él devastadoramente.

—Yo nunca me paré a pensar si hacía algo poco normal —apostilló Atticus—. Al menos no recuerdo haberlo hecho, una señal de lo poco que me importó la gente siempre. Me encerraba en La Baraka, cuando más llena de gente estaba. —Miró a Lexi—. Me llevaba a mi pequeña Su y disfrutaba de los placeres que me diera cualquiera que estuviera al nivel de mis gustos. —Sonrió y se comió un bombón—. Qué buenos están, Su...

Jackson apoyó los brazos sobre las rodillas y observó los ribetes de la alfombra persa.

—Tú lo has dicho hace un rato —prosiguió Atticus—. ¿Qué diferencia hay entre hacerlo yo a ella? —La señaló con la palma de la mano hacia arriba y embozó una sonrisa cameladora—. Ninguna... —Cerró los ojos, levantó la cabeza y continuó—. La naturaleza ha creado al macho y la hembra para aparearse y tener descendencia. No obstante —rio—, nadie nos ha dicho que para pasarlo bien tengamos que seguir la misma línea de la sensatez. —Abrió de repente los ojos y observó a ambos—. ¿No?

Lexi soltó una risotada y negó con la cabeza.

—Atticus, todo lo que haces es gracioso y liviano —dijo.

—Intento no ver a los míos sufrir por tonterías. Bastante tenemos en nuestra
vida ya.

Jackson suspiró y se comió otro bombón.

—¡Wow! Esto está de muerte. —Se apoyó en el respaldo y frunció el ceño
—. Todavía me queda mi hermana...
Aunque llegado este punto quizá sea mejor no decirle nada y quitarle hierro al asunto.

—Esa es la idea —murmuró Atticus pegándose a él—. ¿Te quedarás aquí, verdad?

—No, creo que es mejor...

Jackson se levantó de golpe, pero Atticus tiró del cinturón de su pantalón y volvió a sentarlo.

—Insisto. —Entrecerró los ojos y sonrió forzosamente—. No deberías quedarte solo.

—Atticus, siempre estoy solo. No creo que por una noche más me pase nada.

—Jack —dijo con sorna; estiró la mano otra vez e hizo un gesto dramático —. ¿Eres capaz de dejarla así de triste?

~La iniciación~ (Calzona +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora